Luis Fernando Villanueva

ATICA y APROCA, dos de las asociaciones del sector cinegético de Ciudad Real y de Castilla-La Mancha, consideran insuficiente que el Gobierno de España adopte el modelo de Castilla-La Mancha para salvar el problema de los perros de caza en la futura Ley de Bienestar Animal estatal.

Ciudad Real estará ampliamente representada en la manifestación que el mundo rural ha convocado el próximo domingo en Madrid. Varios miles de personas de la provincia acudirán a esta protesta para reivindicar un futuro para el medio rural y las actividades que lo sustentan.

El sector cinegético ha mostrado su sorpresa e indignación después de que el Gobierno de Castilla-la Mancha haya publicado hoy en el diario oficial de la región una resolución por la que se suspenden los desplazamientos de entrada y salida para practicar la caza en esta comunidad autónoma y también se impiden los movimientos cinegéticos entre los diferentes municipios de la región.

Luis Fernando Villanueva, Presidente de APROCA, ha lamentado en Onda Cero la resolución dictada por la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad mediante la cual se impide desde este jueves la entrada y salida de Clm y de cada uno de los municipios para cazar en cotos de la región.

Este jueves comienza en Castilla-La Mancha una temporada de caza atípica que, como en otras muchas actividades, viene marcada por la pandemia del coronavirus. Desde APROCA se espera una campaña muy dura debido a que se espera un descenso importante en el número de cazadores, sobre todo los que procedentes de Madrid y del extranjero, por culpa de la Covid-19.

Aproca, la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente, valora positivamente que desde el lunes se permita la caza y la pesca en la provincia de Ciudad Real tras haber pasado a la fase 1 de la desescalada.

La Fundación Artemisan y la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) han asegurado hoy que cazar en los parques nacionales de Cabañeros y Monfragüe, en las provincias de Ciudad Real y Cáceres, como recurso económico ayudaría a evitar el peligro de extinción que sufren muchos municipios.