El pueblo más pequeño del mundo en tener una Estrella Michelín se encuentra en La Rioja y se llama Daroca de Rioja. Allí, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, hay un total de 60 habitantes empadronados.
El primer oyente en llamar esta mañana es Chuchi, de Jesús, pero así es como le llaman los amigos. Vecino de toda la vida de Daroca de Rioja, quien nos cuenta las ventajas de que en el pueblo sean tan pocos vecinos viviendo, pues tocan a más. Del alcalde, Armando, asegura que es una muy buena persona con una máxima: "haz lo que puedas con lo que tienes".
Caparrones rojos con chorizo y tocino
Desde Daroca, Chuchi nos recomienda las hortalizas de la huerta -pues hay una vega muy fértil- y la ganadería. En concreto, nos prepara unos caparrones rojos, suaves, con un poco de chorizo y tocino, y, de segundo, unas chuletitas al sarmiento. Finalmente, recomienda acabar la comida con unos combinados y con la guitarra para cantar canciones.
Lo mejor es poner el día anterior los caparrones en remojo y después cocerlos en su propia agua con cebolla y chorizo. Una vez hechos, se les añade el tocino y la sal, y se deja cocer a fuego lento. "Como hemos hecho toda la vida en el pueblo, lo que nos han enseñado nuestras madres y nuestros abuelos", explica Chuchi, quien nos recomienda visitar el restaurante de los hermanos Echapresto, La venta de Moncalvillo.
"Tiene muchísimo mérito lo que han conseguido. En 26 años han pasado de tener un restaurante de modesta cocina, a que haya 26 trabajadores trabajando", dice sobre la vida que da el restaurante al pueblo.
Venta de Moncalvillo, restaurante Estrella Michelín con huerto biodinámico
Ignacio Echapresto, chef de la Venta de Moncalvillo, restaurante con Estrella Michelín, explica que su secreto en la cocina es hacer las recetas "con honestidad, cariño, de forma natural y humilde, como entendemos que hay que hacerlo en un pueblo y en la vida".
Tienen un huerto propio biodinámico donde se cultivan muchos de los ingredientes que luego utilizan en sus platos, algo que es parte de su identidad. La biodinámica no sólo es una manera de cultivar la tierra, sino de cuidar el medioambiente y de mirar al mundo. Además, los insectos son sus "ayudantes silenciosos", pues polinizan y ayudan a combatir plagas.
Carmelín, agricultor de manzana Fuji
Por último, hablamos con Carmelín, otro vecino del pueblo que está trabajando en el campo. Es agricultor desde hace 25 años y se dedica al cereal, la viña y a la manzana Fuji, que "se da muy bien en Daroca por el cambio de temperatura entre el día y la noche", que le aporta mucha dureza y gran concentración de azúcar.
Además, recuerda que "todos dependemos, como mínimo, tres veces al día de un agricultor" y reivindica la importancia de la agricultura.
