La Dirección General de Tráfico sigue trabajando incesantemente para reducir el número de víctimas en las carreteras y entre ellas las que se producen por atropellos en los entornos urbanos. Por ese motivo, se estudia reducir el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en entornos peligrosos y una serie de medidas experimentales para tratar de aumentar la seguridad.
¿Para qué sirven las rayas verdes?
Para ello la DGT ha empezado a introducir rayas verdes en algunas carreteras convencionales. Es una medida que ha funcionado en Suecia y Holanda. Su objetivo es crear una sensación óptica de estrechamiento de carril lo que genera que los conductores moderen la velocidad. Además, la señalización indica que es una vía con velocidad especialmente controlada.
Estas rayas verdes se han instalado principalmente en carreteras de calzada única y doble sentido, que cuentan con largas rectas y curvas horizontales entre 3 y 3 metros y medio de anchura.
Otras medidas similares
Los dientes de león crean un efecto óptico para el conductor que percibe el carril más estrecho de lo que en realidad es lo que implica que reduzca la velocidad y extreme la precaución. La longitud de estas marcas es de 30 metros y ya se está probando en diversas localidades de la geografía española.
No es la primera medida de este tipo. En autovías y carreteras ya se han introducido las marcas conocidas como galones, cuyo objetivo principal es que se respete la distancia de seguridad entre vehículos. Son unas flechas en dirección de la marcha que sirven como referencia a los conductores para establecer una distancia segura con el vehículo más próximo. En las vías con límite de 100 km/h se colocan cada 85 metros mientras que en las de 120 km/h están cada 100.
