Cordero y cabrito son habituales en los menús especiales que se preparan en esta zona durante las fiestas navideñas. Este año, sin embargo, la carne de origen nacional y regional escasea. Hay pocos animales en campo, debido al abandono de la ganadería y a las enfermedades que han mermado la cabaña ganadera ovina y caprina.
El sector industrial puede responder al incremento de la demanda en estas fechas comprando a otros países, aunque muchos buscan productores españoles por la calidad. De igual manera, las carnicerías se dirigen a las explotaciones ganaderas locales para responder a los encargos de sus clientes, explica a Onda Cero el presidente de Unión de Ganaderos y Ganaderas Independientes (UGI), José García de Mateos.
Esto repercute en los precios a favor de los productores, aunque desde UGI señalan que una subida excesiva en la cantidad final que paga el consumidor puede ser contraproducente, apunta De Mateos, ganadero de Valdepeñas.
El presidente de UGI señala que no hablamos de una situación puntual, este descenso "drástico" en la carne de ovino y caprino está directamente relacionado con el cierre de explotaciones ganaderas, que también se observa ya en una bajada de la producción de leche.
Y si la falta de rentabilidad es un problema, todavía más preocupante es el relevo generacional, puntualiza José García de Mateos, que pronostica una gran caída del número de ganaderos a nivel regional, provincial y comarcal a corto y medio plazo.
