El mercado laboral aragonés ha dado un salto cualitativo gracias a la reforma laboral. Los contratos indefinidos ya representan el 67,5% entre los hombres, ocho puntos más que hace un año, y el 45% entre las mujeres, cuatro puntos más. Sin embargo, según el análisis de 2022 que realiza UGT, nuestro territorio se está quedando atrás en materia de salarios. Aunque se reducen las desigualdades entre los que más y los que menos cobran, desde 2008 arrastramos una pérdida de poder adquisitivo superior a la del conjunto de España.
El desempleo sigue afectando más a las mujeres y preocupa el paro de larga duración, que casi se ha duplicado en el último año. Y aunque la alternativa del teletrabajo se ha asentado para el 10% de los asalariados, el sindicato asegura que quedan por resolver otros cambios derivados de la revolución tecnológica, que requerirían, a nivel nacional, un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
Por otro lado, el secretario general de UGT en Aragón, Daniel Alastuey, niega que exista una gran escasez de perfiles profesionales, como señalan muchos empresarios, ya que solo el 0,7% de los empleos ofertados se quedan vacantes. "En una Comunidad con 60.000 parados, decir que faltan trabajadores es por lo menos una osadía. Hay problemas en sectores concretos, pero que se suelen resolver ofreciendo mejores condiciones. Cuando se habla de que faltan muchísimos trabajadores en hostelería u otros sectores poco cualificados, lo que están diciendo los empresarios es que pretenden tener trabajadores muy baratos y con malas condiciones", afirma Alastuey.
De cara a 2023, el sindicato cree que el empleo evolucionará en relación a la actividad económica, con un estancamiento en estos primeros meses y un relanzamiento más adelante. Además, confían en que la reforma laboral siga mejorando la proporción de contratos indefinidos dentro del conjunto de las afiliaciones a la Seguridad Social.
