Cualquier persona que haya cortado una cebolla sabe que hacerlo sin llorar no es algo sencillo y si alguien dice que lo ha conseguido, seguramente mienta. ¿Por qué? Porque ese olor irritante que te avisa, mientras estás cortando la cebolla, de que tus ojos se van a llenar de lágrimas tiene una explicación científica.
La responsable es la alinasa, una sustancia que se desprende al cortar la cebolla y que produce la emisión de una molécula llamada syn-propanotial-S-óxido o propanotial. Esta molécula se introduce en nosotros por las fosas nasales que, al estar conectadas con los ojos, producen la desagradable irritación, que no es más que una defensa de nuestro cuerpo ante un agente extraño externo.
Trucos para cortar la cebolla sin llorar
Por eso, hay varios trucos que nos pueden ayudar a prevenir esta situación y a evitar el molesto lagrimeo:
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- Partir la cebolla por la mitad y sumergirla en agua varios minutos.
- Utilizar un cuchillo afilado y de corte fino para partir menos capas.
- Untar el filo del cuchillo con vinagre o pelar y sumergir la cebolla en vinagre blanco durante 10 minutos.
- Comprar unas gafas que protejan ojos y nariz para usarlas cada vez que haya que pelar una cebolla.
- Comprar una buena tabla, un buen cuchillo afilado y hacer el corte con una buena técnica, respetando una separación de más de 90cm de la cebolla para que las emisiones no alcancen las fosas nasales.
