El pasado jueves China informó de un nuevo récord en las infecciones diarias provocadas por el Covid-19. La Comisión Nacional de Salud registró 31.444 casos transmitidos de manera local, superando el pico anterior de 29 317 registrado el 13 de abril durante el cierre de Shanghái que duró meses.
Este aumento se debe a varios brotes que se han producido en algunas ciudades y justo a pesar de la negativa de las autoridades a poner fin a los estrictos controles y restricciones derivados de la política "cero Covid" del Gobierno, una línea dura que implica bloqueos incesantes, cuarentenas y pruebas masivas.
Según publica la CNN, la situación se está viendo agravada por el goteo de muertes provocadas por el virus además de un aumento cada vez más grande de los contagios, que ha obligado a las autoridades de Pekín a convertir un importante centro de exposiciones de la ciudad en un hospital improvisado para la cuarentena y el tratamiento de pacientes Covid.
Esta es solo una de las últimas señales de la dura política del país, que a principios de semana instó a las escuelas a aplicar la metodología online, mientras que en Chaoyang, muchas empresas y embajadas internacionales instaron a los residentes a quedarse en casa y cerró restaurantes, gimnasios y salones de belleza.
Política "cero Covid" cada vez más impopular
China, la última gran economía del mundo que aún aplica estrictas medidas de cero covid, anunció una flexibilización limitada de la política a principios de este mes, medida que algunos vieron como una señal de que el Gobierno reconoce sus deficiencias.
Además, desalentó las pruebas masivas innecesarias y la clasificación demasiado celosa de áreas restringidas de "alto riesgo", eliminó los requisitos de cuarentena para contactos cercanos secundarios y redujo la cuarentena para contactos cercanos y llegadas internacionales.
Tras el anuncio, varias ciudades chinas cancelaron las pruebas masivas de covid, pero sigue habiendo una serie vertiginosa de restricciones para los residentes, especialmente cuando ocurren brotes.
Duras protestas en el país que reprime la disidencia
Las señales de que la gente ha tenido suficiente se están volviendo cada vez más dramáticas y varias protestas han estallado en un país donde las autoridades tradicionalmente reprimen cualquier señal de disidencia.
Las protestas estallaron esta semana en la fábrica de ensamblaje de iPhone más grande del mundo, en la ciudad de Zhengzhou. Los vídeos en las redes sociales mostraron a los trabajadores enfrentándose a la policía antidisturbios después de que las autoridades intentaran cerrar las instalaciones después de un brote. Se produce una semana después de que algunos residentes en el centro manufacturero del sur de Guangzhou se rebelasen contra un bloqueo al derribar barreras y marchar por las calles.
