El Real Betis ganó 3-5 al Sevilla en un derbi frenético y con muchos goles, en el que la defensa sevillista hizo aguas en muchas fases del partido y el Betis, con un gran planteamiento, lo aprovechó para ganar un duelo sevillano en Liga casi seis años después y en el estadio del eterno rival.
Al descanso se llegó con 2-2 tras una primera mitad igualada y trepidante, con un ritmo frenético en ambos equipos, aunque el Betis se adelantó dos veces, al marcar primero el 0-1 el canterano Fabián Ruiz, cuando sólo se llevaban 23 segundos.
Los sevillistas reaccionaron pronto y lograron la igualada a los trece minutos por medio del francés Wissam Ben Yedder, pero los béticos volvieron a ponerse por delante en una falta lanzada por Joaquín que cabeceó al fondo de la red el marroquí Feddal, en el 21.
A seis del descanso, el Sevilla logró el 2-2 con un tanto del danés Simon Kjaer, también de cabeza.
En la reanudación, el Betis demostró más intensidad y marcó dos goles seguidos, en los minutos 63 y 64, en pleno desconcierto local.
El 2-3 lo hizo el danés Durmisi y el 2-4 Sergio León, y aunque el galo Lenglet acortó distancias (3-4), de nada sirvió la ofensiva final del Sevilla al redondear la cuenta verdiblanca Tello en el 95.
El alma de la fiesta
Joaquín festejó el triunfo por todo lo alto: primero 'toreó' sobre el césped del Pizjuán con una bandera del Betis y luego animó a la afición verdiblanca a salir de fiesta.
"La victoria tiene un sabor verdiblanco, de inmensa alegría, corazón caliente y mente fría. Esto nos va a reforzar muchísimo. Tenemos muchos días por delante para celebrarlo. Hay que dedicarlo al beticismo, va por ellos y por todos nosotros. Que la disfruten porque hemos ganado con superioridad", aseguró.
"Hoy no se puede descansar, el que llegue antes de las cinco de la mañana a su casa tiene multa", dijo sonriente el jugador del Betis.