La legislatura se encuentra en estado crítico. La comparecencia deliberadamente plañidera de Sánchez alegando ignorancia de la corrupción que le rodea no evita que hoy se le demande la dimisión. Aunque sea una petición para caer en la melancolía.
El presidente no se va a ir. Ha lidiado con imputaciones en su entorno, con urnas colocadas tras cortinas y ayer supimos también que fue elegido con papeletas falsas. Sánchez solo saldrá de la Moncloa si los socios que le sostienen le dejan caer.
Ahora tiene la oportunidad la izquierda del 15M que coreaba contra los chorizos de demostrar que lo decía en serio. Ahora tienen la oportunidad los nacionalistas vascos de evidenciar que no han cambiado el criterio contra la corrupción que utilizaron para dejar caer a Rajoy.
Sánchez es el manual de resistencia. Pero los socios pueden pasar a convertirse en los consentidores de la putrefacción. Descomposición que hoy hemos empezado a escuchar en las grabaciones de la UCO.
