Cuando hablamos de olivos en España, es habitual pensar en Jaén, Lleida o las Islas Baleares. Por nuestra mente nunca pasaría Galicia, pero la realidad es que en el pasado se cultivaban olivos en tierras gallegas de manera habitual.Carmen Martínez, Jefa del Grupo de Viticultura, Olivo y Rosa esta trabajando para resucitar las variedades locales de olivo que arrasó en su momento el Conde Duque de Olivares.
El descubrimiento de olivos en Galicia fue toda una sorpresa incluso para el equipo de Carmen Martínez, "los primeros sorprendidos somos nosotros" ha comentado. Según las referencias bibliográficas, se estima que hace 400 años estos árboles eran comunes en la zona gallega.
El motivo de que desaparecieran es porque el Conde Duque de Olivares, que cultivaba estos árboles en Andalucía, decidió subir mucho los impuestos a los agricultores gallegos (4 reales por árbol plantado) para reducir la competencia. Ante tal aumento de impuestos, los ciudadanos gallegos se vieron obligados a dejar de cultivar olivos y empezaron a comprar aceite de otras zonas de España.
Durante la investigación, Carmen Martínez y su equipo han encontrado olivos en las cuatro provincias gallegas. Los sitios han sido muy variados, pequeñas aldeas, al lado de iglesias, en casas o en bosques. "Es un trabajo precioso, conocemos muchos rinconcitos de Galicia, conocemos a mucha gente y desde el punto de vista científico es interesantísimo" ha dicho Martínez.
Yo diría que sabe a Galicia
Entre los 167 olivos estudiados, se ha descubierto que todos son centenarios y además, veinte de ellos son variedades únicas en el mundo. Según a descrito la entrevistada, "tienen un alto nivel de adaptación a las condiciones climáticas de Galicia porque llevan siglos viviendo allí". Ahora, el siguiente paso en la investigación será poner todas las variedades juntas en parcelas experimentales en distintos sitios de Galicia para determinar que diferencias hay entre ellas.
