En la televisión existen muchos tipos de concursos y, por lo tanto, de concursantes.
Está claro que no es lo mismo participar en el programa Pasapalabra, que requiere de muchos estudios, que en el programa El Cazador, que implica tener conocimientos muy elevados.
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Pero hay concursos que buscan participantes con menos nivel, ya que las preguntas son más fáciles, menos profundas y no exigen tanto nivel sobre historia, economía mundial, cultural, etc. Este tipo de programas nos demuestran, también, que empieza a existir un salto generacional, sobre todo, respecto a la cultura de nuestro país.
Ejemplo de ello es un momento que se ha hecho viral y que tuvo lugar en el programa "El Comodín" en el que el presentador lanzaba la siguiente pregunta: Fue la tonta del bote, pero de tonta no tenía nada porque llegó a ser dueña del Teatro la Latina. El concursante, de 23 años, descartó de sus opciones a Lina Morgan porque aseguró que “es americana”.
Esto es solo un ejemplo de lo que ocurre, en general, con las generaciones más jóvenes y nos lleva a preguntarnos: ¿Es excusa que no lo hayamos vivido?
De hecho, hay eventos mundiales que los jóvenes desconocen, como, por ejemplo, qué bandera pusieron sobre la superficie de la luna los primeros humanos en llegar a ella, quien es Nino Bravo o Frank Sinatra.
Sí que es verdad que la radio y la televisión tienen menos fuerza que hace 20 o 30 años y eso, probablemente, ha impedido un traspaso cultural, que ha generado un desconocimiento entre los jóvenes sobre hechos ocurridos antes de que nacieran.
Pero a la mayoría tampoco les preocupa no saber qué pasó. Y, además, muchos, lo reivindican con orgullo.
Es necesario, por lo tanto, hacer una reflexión profunda sobre ello y defender la cultura de nuestro país y personajes como Lina Morgan, que nos dejó en 2015. No ha pasado ni una década de su muerte.
Lina Morgan, la gran cómica española. Hay que reivindicar nuestra historia cultural, teatral, cinematográfica y musical. Lina Morgan fue actriz y cómica en un mundo de hombres. Sin quererlo, jugó un papel
feminista porque consiguió hacerse un sitio, fue empresaria del Teatro La Latina, donde presentó sus obras y protagonizó momentos cinematográficos importantísimos.
Lina Morgan protagonizó muchas obras de teatro y demostró todos sus encantos cuando no había mujeres cómicas en nuestro país, por ejemplo, con la obra El último tranvía. Además, llevó el teatro a la televisión con la serie de humor Hostal Royal Manzanares.
Fue premiada con un Ondas, con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, entre otras distinciones.
