Según esta asociación, a pesar de que el estado exterior del templo, que alberga la imagen de la patrona de la ciudad es "bueno", el interior "amenaza desprendimiento" y las pinturas murales que decoran el interior de la iglesia se encuentran en un estado lastimoso, con "grave peligro de perderse".
Además la policromía de las escenas se va "descorchando, deteriorando y perdiendo".
Asimismo, son visibles "grandes grietas que amenazan con caer y llevarse parte del techo del monumento".
Es por ello que el templo acaba de ser incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.
El colectivo ha recordado que durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), la iglesia sufrió graves daños porque las fuerzas napoleónicas destruyeron el baldaquín original, los retablos y algunas de las pinturas murales.
Al terminar la contienda, la iglesia fue olvidada y abandonada, hasta que en 1943, el arquitecto Fernando Chueca la redescubrió y revalorizó.
Arquitectura borrominesca
Es más, la calificó como la "obra cumbre de la arquitectura borrominescaespañola".
Está considerada además como uno de los mejores ejemplos de decoración mural rococó que se puede encontrar en un edificio religioso en España.
Párroco iglesia
Por su parte, el párroco de la iglesia de la Virgen de la Luz, Ángel García Benedicto, en declaraciones a Onda Cero Cuenca, ha afirmado que desde hace años hay unos testigos instalados y "no se ha movido nada".
No obstante, ha reclamado que se ejecuten mejoras para su óptima conservación.
La iglesia está ubicada en el barrio de San Antón de la capital, junto al río Júcar.
