Varios centenares de personas, entre 800 y 1.000 según los organizadores, se han manifestado esta mañana en Carrión de Calatrava para pedir que no se instale en esta localidad una planta de biometano.
La manifestación, encabezada por una pancarta en la que se podía leer “No a la planta de biometano ni en Carrión ni en Torralba”, comenzó en la plaza del Ayuntamiento, recorrió varias calles y finalizó en el mismo lugar, donde se leyó un manifiesto.
En la marcha también han participado vecinos de otras localidades cercanas como Torralba, donde se quiere ubicar otra planta de biometano, Miguelturra, Campo de Criptana, municipio donde también se quiere ubicar una de estas instalaciones, e incluso Cuenca.
En Carrión se constituyó una plataforma en contra de la ubicación de esta planta y ya han recogido unas mil firmas. Uno de sus portavoces, José Alberto Cañete, ha manifestado en Onda Cero que lo que realmente rechazan la mayoría de los vecinos es que la fábrica se ubique a tan solo 2 kilómetros del casco urbano, buscando así el máximo beneficio a costa de los habitantes del pueblo, ya que esta planta puede causar problemas de salud, contaminación ambiental y malos olores.
Cañete lamenta la pasividad del Ayuntamiento de Carrión y subraya que no se fían de que el consistorio modifique finalmente las normas subsidiarias para evitar la instalación de este tipo de plantas. Además, señala que la empresa va a invertir 12 millones de euros y tan solo va a crear cinco puestos de trabajo.
Y en Torralba, otra manifestación el 16
Cerca de Carrión, en Torralba de Calatrava, otra empresa también quiere instalar una planta de biometano. En esta localidad se creó igualmente una plataforma vecinal contra este tipo de industria, que también se ubicaría a apenas dos kilómetros del casco urbano.
De hecho, el próximo domingo, 16 de febrero, se ha convocado otra manifestación en Torralba con el mismo objetivo, rechazar esta fábrica.
Ambas plantas de biometano están declaradas como proyectos prioritarios por el Gobierno de Castilla-La Mancha y, según estas plataformas vecinales, podrían generar unas 150.000 toneladas de residuos anuales cada una de ellas.
