Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el año 2000, en España se consumía 50 kilos por persona al año y en 2022 esta cifra bajó a los 27,94 kilos. Y si miramos a Aragón esa media es todavía más baja, de los 46,17 kilos que cada aragonés se comió en 2000, el año pasado fueron 24 kilos.
Fernando Oliván, presidente del Gremio de Panaderos de Huesca, explica que durante mucho tiempo hubo “mala prensa” y había muchos mitos en torno al pan, sobre todo relacionándolo con la dieta. Otro de los motivos por los que ha descendido, en su opinión, el consumo de pan viene a que ha habido establecimientos que no son panaderías artesanas y que no han seguido las directrices de elaboración del pan. Y una tercera causa viene marcado con el cambio de hábitos de consumo.
El pan es el único alimento que está presente varias veces al día encima de la mesa y en los últimos años se ha trabajado para que se rompan algunos mitos, ahí también los médicos han ayudado al desmentir que el “pan engorda” o que desde siempre
Son muchos los pueblos que se están quedando sin las panaderías tradicionales, que están cerrando porque, como indica Oliván, no hay relevo generacional y eso que ha cambiado mucho la forma de trabajar en los últimos años y la tecnología también ha ayudado. Aún así, es un trabajo de noche.
