Según la Real Academia Española, la paz es la situación y relación mutua de quienes no están en guerra o, según la segunda definición, la pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la turbulencia. Todo el mundo sabe lo que significa, y lo difícil que es a veces llegar a ella. Y en ese camino hacia la paz, hay personas u organizaciones que dan pasos más grandes y significativos. Y para reconocer esas contribuciones, existe el Premio Nobel de la Paz.
Cada año, el Comité Noruego del Nobel reconoce este premio a personas u organizaciones que han contribuido de forma destacada a la paz, los derechos humanos o la cooperación internacional. En la última década, los galardonados han sido muy diversos: presidentes, médicos, periodistas o asociaciones civiles. Pero todos comparten un mismo hilo conductor, su gran esfuerzo por mejorar el mundo en contextos de conflicto, represión o desigualdad.
Cómo se eligen
El Premio Nobel de la Paz lo concede cada año el Comité Noruego del Nobel, formado por cinco miembros elegidos por el Parlamento de Noruega. Ellos son los encargados de revisar las cientos de candidaturas que llegan de todo el mundo: pueden proponer candidatos jefes de Estado, académicos, parlamentarios, organizaciones internacionales o antiguos ganadores.
Tras meses de deliberaciones secretas, el comité elige a la persona u organización que, a su juicio, ha contribuido de manera más significativa a la paz, la reconciliación o los derechos humanos. El proceso es completamente confidencial y las listas de nominados se mantienen en secreto durante 50 años.
2015: el diálogo que salvó a Túnez
En 2015, el Nobel fue para el Cuarteto para el Diálogo Nacional de Túnez, un grupo de organizaciones de la sociedad civil que logró evitar el colapso democrático tras la Primavera Árabe. En un momento de enorme tensión política y violencia, estas entidades consiguieron sentar a las partes a dialogar y pactar una nueva Constitución. Su trabajo se convirtió en un símbolo del poder de la negociación civil frente a la violencia.

2016: el fin de medio siglo de guerra
El entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos recibió el premio en 2016 por sus esfuerzos para acabar con más de 50 años de conflicto armado con las FARC. Aunque el acuerdo de paz fue muy polémico y su implementación ha tenido altibajos, el galardón reconoció el valor político y humano de apostar por la reconciliación.

2017: contra las armas nucleares
En 2017, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue reconocida por impulsar el tratado que prohíbe estas armas en Naciones Unidas. La organización movilizó a cientos de ONG y a la opinión pública mundial para poner el foco en las consecuencias humanitarias de un posible ataque nuclear.

2018: contra la violencia sexual en guerras
El ginecólogo congoleño Denis Mukwege y la activista yazidí Nadia Murad compartieron el Nobel en 2018 por su lucha contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra. Mukwege ha tratado a miles de mujeres víctimas de violaciones en la República Democrática del Congo, y Murad, superviviente del Estado Islámico, se convirtió en una voz global contra la impunidad de estos crímenes.

2019: la paz que unió Etiopía y Eritrea
El primer ministro etíope Abiy Ahmed Ali fue galardonado en 2019 por promover la paz con la vecina Eritrea, poniendo fin a décadas de enfrentamiento. Sin embargo, el estallido posterior de la guerra en la región del Tigray empañó su imagen y dejó en evidencia la fragilidad de aquella reconciliación.

2020: el combate contra el hambre
En plena pandemia, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (WFP) recibió el Nobel de la Paz por su trabajo en la lucha contra el hambre y por ayudar a millones de personas en zonas de guerra o desastre. El comité subrayó que la seguridad alimentaria es también una herramienta de paz.

2021: periodismo libre frente a la represión
Los periodistas Maria Ressa (Filipinas) y Dmitry Muratov (Rusia) fueron premiados por su defensa de la libertad de prensa y de expresión. En tiempos de desinformación y ataques a los medios independientes, ambos simbolizan la resistencia del periodismo frente al autoritarismo y la censura.

2022: la sociedad civil frente a la guerra
El 24 de febrero de 2022 comenzó la invasión rusa a Ucrania. Y por eso, el Nobel de 2022 reconoció a tres referentes de los derechos humanos: Ales Bialiatski (Bielorrusia), la ONG rusa Memorial y el Centro para las Libertades Civiles de Ucrania. Todos ellos trabajan por documentar crímenes de guerra, defender a presos políticos y promover los derechos fundamentales en países marcados por la represión y el conflicto.

2023: la voz de las mujeres en Irán
La activista iraní Narges Mohammadi, encarcelada por el régimen de Teherán, fue galardonada en 2023 por su lucha por los derechos de las mujeres y la libertad de expresión. Su premio fue interpretado como un apoyo internacional al movimiento feminista iraní y a todas las mujeres que se enfrentan a la represión.

2024: los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki
El año pasado, en 2024, el Nobel de la Paz fue para Nihon Hidankyo, la asociación japonesa de supervivientes de las bombas atómicas. Desde hace décadas, sus miembros —los llamados hibakusha— cuentan al mundo su experiencia para promover un planeta libre de armas nucleares. Su testimonio, más de 80 años después de la tragedia, sigue siendo una poderosa advertencia.

La variedad de los últimos ganadores del Nobel de la Paz muestran que la idea de "paz" es mucho más amplia de lo que parece. No se trata solo de acabar con las guerras, sino también de defender la libertad, los derechos humanos, la igualdad y la dignidad. Ya sea desde un despacho presidencial, un hospital, una redacción o una prisión. Porque lo importante es, sea de la forma que sea, construir un mundo un poco más justo.
¿Y en 2025?
El Premio Nobel de la Paz de 2025 se anunciará mañana 10 de octubre, a las 11:00 hora de Oslo. Hasta el momento no se conoce públicamente el/la/los galardonado(s). Se sabe que para esta edición se recibieron 338 candidaturas válidas (244 personas y 94 organizaciones) , y que muchos ojos están puestos en grupos de la sociedad civil, activistas o mediadores en conflictos actuales. En los días previos al anuncio, institutos como PRIO han presentado sus listas de candidatos considerados “favoritos”, como las Sudan’s Emergency Response Rooms, que destacan por su acción humanitaria en contextos de guerra.

