Los "facekinis" son la última moda en Pekín desde que las temperaturas extremas rompen récords en el país asiático. Con la temperatura del aire superando los 35°C y la temperatura de la superficie del suelo alcanzando hasta 80°C en algunas partes del país, los residentes y visitantes han optado por llevar ventiladores portátiles y cubrirse para evitar quemaduras.
Los facekinis, es decir, máscaras que cubren todo el rostro con agujeros para los ojos y la nariz del usuario, se han vuelto la última tendencia en ventas y se ha unido a otros artilugios como las mangas individuales para cubrir los brazos, así sombreros con doble cobertura y chaquetas ligeras hechas de tela resistente a los rayos UV.
"Comparado con antes de la pandemia, hace dos o tres años, este año es mucho, mucho mejor que los anteriores. El volumen de ventas ha aumentado considerablemente este año", asegura una vendedora que trabaja en una tienda que vende sombreros en un medio local. Asimismo, la venta de protectores solares está disparada en estos momentos en China ante la preocupación por las quemaduras.
Estas máscaras se han puesto de moda como medida de protección. En un país en el que el color medio de la piel es muy claro, la preocupación por la excesiva exposición a rayos solares y las consecuencias negativas que puede conllevar, ha llevado a popularizar este artilugio de dudosa estética y que recuerda a los luchadores de lucha libre. La televisión estatal china mostró el miércoles a turistas haciéndose selfies junto a un termómetro de 12 metros de altura y expuesto al sol que reflejaba una temperatura de 80°C en las Montañas Flaming en Xinjiang.
