La investigación abierta tras la muerte de la niña ha evidenciado que falleció por causas que se podrían haber evitado. El forense asegura que, al negarse a atenderla, se "perdió la posibilidad de proporcionarle un tratamiento que le hubiera salvado" la vida.
La madre de la pequeña Shanice Clark, cuenta, según recoge la BBC, que no pudo llegar antes a su cita con la doctora porque tenía que buscar a alguien que cuidara de su otro hijo mientras tanto y coger un autobús para ir al centro médico. Ha asegurado que llegó a la consulta a las 17:05, cuando la cita la tenía a las 17:00, pero señala que no fue atendida por la recepcionista hasta las 17:10.
La pediatra dijo a la madre que no podía atenderla por llegar tarde y que regresara al día siguiente, sin ni siquiera preguntarla por el motivo de la emergencia. Al poco tiempo de regresar a casa, comenzó a tener mucha tos por lo que la mujer llamó a emergencias. Fue trasladada al hospital Royal Gwent en Newport en una ambulancia, pero falleció en el trayecto.