El Ayuntamiento de Pineda de Mar y los hoteles niegan presiones para expulsar a los policías

El Ayuntamiento de Pineda de Mar (Barcelona) y los hoteles que hospedan a policías nacionales desplazados a Cataluña han negado las presiones para que los agentes fueran desalojados, aunque han planteado que abandonen los locales días antes para que el municipio recupere la "paz social".

El Ayuntamiento de Pineda y los hoteles Checkin Mont-palau y Checkin Pineda han emitido un comunicado conjunto en el que desmienten las afirmaciones del gerente, que en un comunicado ha afirmado que el consistorio le obliga a expulsar a los policías, bajo la amenaza de "cierre durante cinco años".

Según el comunicado, representantes del gobierno municipal y de la cadena hotelera acordaron el lunes "de mutuo acuerdo" que la salida de los agentes se produciría este martes, sin que haya habido "ninguna medida de presión" ni el consistorio haya "amenazado" con cerrar los establecimientos hoteleros.

En el comunicado, el Ayuntamiento y los hoteles aseguran que los policías "han tenido un comportamiento ejemplar durante toda su estancia", pero que ambos han acordado plantear ante la Delegación del Gobierno en Barcelona su salida, prevista inicialmente para el 5 de octubre, "por razones de seguridad y con la finalidad de garantizar la convivencia del municipio".

En declaraciones, el alcalde de Pineda, Xavier Amor, ha precisado que las afirmaciones del hotel sobre supuestas "presiones" obedecen al "estrés y la tensión del momento", vividos en las conversaciones que se mantuvieron ayer para "llegar a un acuerdo por la paz social del municipio". "Nosotros ni invitamos, ni traemos, ni hacemos que se vayan", ha asegurado el alcalde, que ha denunciado que hay "una partida de ajedrez que dos administraciones están jugando", en la que "las fichas son los ayuntamientos y los ciudadanos".

Según Amor, tras la actuación policial del pasado 1 de octubre se ha generado "mucha tensión en las calles", por lo que ha pedido que "haya paz social". El alcalde ha explicado que ha hablado con el delegado del Gobierno en Barcelona, Enric Millo, para "aclarar la información" y plantearle si es posible que se "adelante la salida" de los agentes. "Somos partidarios de que haya paz social, que haya diálogo y que no se trasladen los problemas a la ciudadanía", ha añadido el alcalde.