En Aragón, los casos de ideación suicida en colegios e institutos han aumentado un 35 %. En Huesca esta mañana se ha presentado un proyecto piloto que se va a llevar a cabo en 20 centros educativos para mejorar la prevención y la respuesta en las aulas ante estas situaciones. La directora provincial de Educación Mónica Martínez ha señalado que en lo que llevamos de curso, "se han notificado 417 posibles casos de ideación suicida en las aulas aragonesas, frente a los 310 del mismo curso y preocupa que aumenten hasta los 650 casos a final de curso". El 76% de los casos se han dado en Zaragoza, el 15% en Huesca y el 9% en Teruel. Seis de cada diez casos notificados corresponden a alumnado de Educación Secundaria, el pico de incidencia se da entre los 13 y los 14 años y el perfil dominante es femenino, con un 56% de los casos, tal y como indicaba la médico especialista en psiquiatría, Cristina Abad, asesora de la Dirección General de Salud Mental.
Con estos datos, los departamentos de Educación y Sanidad han tomado la decisión de reforzar los protocolos existentes y poner en marcha un proyecto piloto con la participación de una veintena de centros educativos en el Sector Sanitario de Huesca, con la idea de alcanzar un proceso de intervención conjunta que refuerce los protocolos existentes. Siete de esos centros presentan una mayor incidencia y requieren de una atención y de un seguimiento más individualizado. En concreto, loss centros educativos que van a participar son el CEIP Juan XXIII, los colegios San Bernardo Salesianos y San Viator, los IES Ramón y Cajal, IES Sierra de Guara y Pirámide, los CPIFP San Lorenzo y Montearagón, y la Escuela de Arte, en Huesca capital; así como los IES Domingo Miral y Pirineos, y el CEIP San Juan de la Peña y el Colegio Escuelas Pías, de Jaca; el CPI Ramón y Cajal, de Ayerbe, los IES Biello Aragón y San Alberto Magno y el CEIP Montecorona, de Sabiñánigo; el CPI San Juan Bautista, de Zaidín; IES Monegros Gaspar Lax, de Sariñena; y el CRA La Sabina, de Frula.
Cristina Abad ha confirmado el aumento del malestar emocional en la población infanto-juvenil y ha apuntado que no puede atribuirse a una causa en concreto, ni generalizar, cada caso es individual y puede haber diferentes factores de riesgo, hay que analizarlos en cada caso y por eso compartir la información entre Educación y Sanidad es primordial. La intención ahora es prolongar ese protocolo, incluyendo a las Unidades de Salud Mental Infanto Juveniles (USMIJ) –que tendrán asignadas cada centro- y trabajando mano a mano con ellas para un seguimiento individualizado y un feedback continúo que asegure la mejora en el bienestar del alumnado. De momento se ha creado una cuenta corporativa de las USMIJ y se han fijado ya tres sesiones –los próximos 15 de marzo, 12 de abril y 10 de mayo- para trabajar la intervención concreta y específica con los casos abiertos.
El proyecto piloto comienza en Huesca con la idea de extenderlo al resto de Aragón una vez se analicen los resultados. El plan culminará el próximo curso con la implantación de un programa educativo de prevención a edades tempranas.
