Fue en el año 2009 cuando Javier Pitillas ayudó a Gerardo, un joven sordo ciego a prepararse para realizar el Camino de Santiago. Lo hicieron en triciclo tándem que consiguieron a través de una donación. Llegaron a la plaza del Obradorio y desde entonces Discamino empezó a tomar forma. Son muchas las personas con discapacidad que desde entonces han realizado el Camino gracias a la ayuda de Javier.
Javier Pitillas explica que la preparación física y mental es esencial para llevar a cabo estos tramos y que, al igual que haríamos todos, es necesario un entrenamiento para afrontar el reto en perfectas condiciones. Desde Discamino les dan apoyo para que puedan terminar el trayecto escogido. Para las personas que han participado en el trayecto ha sido una experiencia inolvidable.
Personas con discapacidad que han realizado el Camino de Santiago y el propio Javier Pitillas, como responsable de Discamino, cuentan su experiencia en diferentes foros para tratar de concienciar de cómo cualquier persona puede llevar a cabo su sueño, con perseverancia y ayuda.
Discamino surgió en 2009 y desde entonces han realizado 89 viajes a Santiago y han participado más de 400 personas con discapacidad. Esta labor es posible también gracias a la red de voluntarios con la que cuentan.
