San Fernando y Cádiz darán un nuevo paso para hacer frente común al contexto de emergencia marcado por la sequía y responder con eficiencia y responsabilidad medioambiental a las necesidades hídricas de ambos municipios. Durante los últimos meses, los equipos de ambos ayuntamientos han estado trabajando contrarreloj para hacer de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Cádiz-San Fernando una entidad con una gestión eficiente del agua, dotada para ello con una estructura administrativa y política propias, tal y como se acordó en el encuentro institucional mantenido entre Patricia Cavada, alcaldesa de San Fernando, y Bruno García, alcalde de Cádiz.
“No hemos parado de trabajar para conseguir que esa empresa que nos une se active”, ha explicado Patricia Cavada en la atención a medios posterior a la visita de su homólogo gaditano. “El objetivo era hacer de Edacafesa una herramienta útil con autonomía propia y la agilidad necesaria para hacer contrataciones y desarrollar proyectos.
280.000 euros de una planta de alquiler
El hito inmediato pasa por alquilar y poner en funcionamiento para este verano una planta o estación portátil que permita tratar el agua depurada mientras se sigue trabajando en paralelo en la solución definitiva. Esta planta de alquiler permitirá recoger el agua en camiones cisterna y tendrá un coste anual para Edacafesa de unos 280.000 euros. En esta línea, ha matizado que la solución provisional anunciada, cuya instalación requerirá de una mínima obra civil, da respuesta a un horizonte a corto plazo: "Lo que hacemos hoy aquí nos permite afrontar el futuro con más garantías", apostilla.
"Estas dos ciudades nos tomamos muy serio la falta de agua", ha añadido con satisfacción el alcalde gaditano. Esta alternativa trataría para baldeo y limpieza de calles, así como para el riego de parques, zonas verdes y ajardinadas, 300 metros cúbicos al día a emplear en ambas ciudades de la Bahía de Cádiz. Los planes de emergencia articulados por ambos ayuntamientos ante la emergencia planteada por la actual sequía prohíben expresamente, entre otras medidas de ahorro municipal y ciudadano, el uso de agua potable para estas tareas.
