El Sexto Hombre

Hola "Ondaceronautas".

"He vuelto, ya está aquí la poesía, con sus penas y sus alegrías, con su risa y sus lamentos". Qué placer da despertar en casa después de haber vivido, y podido contar, una gesta tan extraordinaria. El café de la mañana, sabe mejor que nunca. ¿Cuántas veces habéis visto repetidas las mejores jugadas de España? Digo bien, las de España porque siendo innegable el dominio abrumador de Pau Gasol, nada hubiera sido posible sin sus lujosos lugartenientes.

Tic tac, tic tac. El reloj de la Puerta del Sol marca las horas en Madrid, no sólo durante el último día del año (o el primero del Nuevo Año, según se quiera ver), y estos días sus manecillas inician una imaginaria cuenta atrás.

Llega la festividad de San Isidro, patrón de Madrid. Y con ella la fiesta del baloncesto europeo. Final Four en Madrid. El próximo viernes se jugarán las semifinales y el domingo a las 20:00 la final. Real Madrid, CSKA de Moscú, Olympiacos y Fenerbahce aspiran a suceder al Maccabi en el trono continental. ¿La Final Four más abierta de los últimos años? Siempre estamos en la misma tesitura y siempre nos encontramos con un sí por respuesta.

Capítulo 2 de el sueño americano. Quizás convirtamos este extraordinario viaje de los hermanos Gasol en una trilogía, con posibilidad de precuela y secuela. Veremos de lo que es capaz "el sexto hombre" en una jornada tan larga de trabajo y vivencias que complica el comienzo del relato. Hoja en blanco y a escribir como si de una tormenta de ideas se tratara, que luego el responsable del montaje le dará sentido y coherencia (y así podemos alargar esta maravillosa historia con el montaje del director). Son las 2 y 25 de la mañana. No hace mucho tiempo que hemos llegado al hotel una vez visto el denominado Rising Star Game en el pabellón de Brooklyn Nets.

La última jornada de la Liga Endesa ha supuesto, cuestiones deportivas al margen, la unión de todo el mundo del baloncesto en apoyo a las mujeres que luchan contra el cáncer de mama. #súmatealrosa fue el lema utilizado para mostrar la solidaridad en el Día Internacional Contra el Cáncer de Mama. Todos, día tras día durante los 365 días del año, debemos estar #sumadosalrosa.

El Mundobasket de España se ha acabado. Muy lejos de como imaginamos todos que iba a ser. Han pasado cinco días y aún sigo perplejo. La incredulidad durará un tiempo más. Estados Unidos ha arrasado y ha logrado merecidamente la medalla de oro. Han dado una lección de baloncesto.

La película terminó, con un inesperado y abrupto final. Menudo drama. Fracaso. Batacazo. Golpe letal. Aún me puede la incredulidad. Trato de analizar, con la mente fría y despejada, lo sucedido. No encuentro explicación. O quizás haya tantas que todas juntas provocan el vahído mental. España se colapsó el peor día posible. The End.

Pau Gasol es quien centra las miradas desde el pasado sábado. Lo que nos dijo en el Radioestadio, “espero estar al 100% ante Francia”, no es que haya levantado las alarmas pero sí cierta preocupación y, por qué no decirlo, oscurantismo.

A quien le guste el baloncesto, se estará divirtiendo como nunca. A quien no le gustara el deporte de la canasta, se estará preguntando cómo pudo haber vivido sin él.

Inmaculado trayecto el de España en este Mundial. Contundente y brillante victoria ante Francia, no restemos mérito a la selección diciendo que en la selección gala no estaba Parker, con Ricky Rubio exhibiendo todas las armas de las que dispone (dirección, robos de balón, fulgurantes entradas a canasta) y los hermanos Gasol imponiendo su ley.