Las historias de amor y desamor que viven los cantantes son su principal fuente de inspiración a la hora de escribir las letras de sus canciones, pero esto es algo que Adele no podrá hacer más, ya que acaba de firmar una cláusula de divorcio con su marido Simon Konecki, por la que no podría cantar sobre su matrimonio. Todo ello, con la intención de evitar que salgan a la luz temas íntimos de su relación.
Después de tres años de matrimonio, la cantante británica y su marido Simon Konecki anunciaron su separación en abril de 2019, fecha desde la que llevan redactando un meticuloso acuerdo de divorcio lo más específico posible con la finalidad de proteger al máximo a su hijo Angelo, de tan solo siete años. Se trata de un acuerdo de divorcio millonario, con cifras que rondan los 200 millones de euros.
A pesar de que en marzo de 2020 ya habían firmado un acuerdo de confidencialidad evitar que saliesen a la luz los detalles del divorcio, un año después ya se están conociendo algunos de estos puntos. Uno de ellos es la prohibición a Adele de cantar sobre su matrimonio con Simon Konecki.
Tal y como ha explicado al diario The Sun una persona cercana al matrimonio, "el corazón roto ha ayudado a Adele a alcanzar récords a lo largo de los años, pero esta ruptura es bastante diferente. Ambos saben que su hijo Angelo debe estar protegido y es por eso por lo que Adele ha aceptado no cantar sobre su relación".
Por ello, la artista británica no podrá volver a inspirarse en sus relaciones, como ya ocurrió con sus discos 19 y 21, que tratan sobre sus anteriores relaciones sentimentales, conteniendo unas canciones con tanta verdad y sentimiento que hicieron que Adele se convirtiese en una artista de éxito a nivel global.
Por otro lado, sobre la custodia compartida de su hijo de 7 años, la pareja ha decidido que vivirán en la misma calle de Los Ángeles, para que sea más fácil su adaptación a la nueva situación.
