El sistema antiahogamiento busca minimizar las posibilidades de accidentes en las piscinas de verano de la ciudad mediante el uso de nuevas tecnologías. El dispositivo va colocado en los gorros, ojeras o cintas adaptadas para los nadadores, que emitirá una alarma en el reloj inteligente del socorrista si detecta que el usuario permanece por debajo de los cuatro centímetros de agua más de 30 segundos.
Se trata de una tecnología pensada inicialmente para el seguimiento de personas con el fin de garantizar los aforos y la distancia de seguridad. Para ello se han instalado antenas de Bluetooth que monitorizan en todo momento los dispositivos. El nuevo sistema permitirá que los nadadores calculen la distancia, el número de largos, la velocidad o el tiempo medio por cada 100 metros, de forma que mejoran su rendimiento.
Según el concejal de Deportes, Javier Mateo, esta iniciativa servirá de prueba para instalarlo en las piscinas cubiertas de cara al nuevo curso.
