El Ayuntamiento de Benidorm ha logrado 3 millones de euros de fondos Next Generation que invertirá en desarrollar un macroproyecto de sostenibilidad que lelva el nombre de ‘Verde y Agua: Enraizamiento de Benidorm en su Entorno Natural’ y que tiene como objetivo adaptar la ciudad al cambio climático. El total del proyecto está valorado en 3'8 millones de euros y el ayuntamiento se ha comprometido a asumir el resto de su coste.
Así lo anunciaba hoy el alcalde, Toni Pérez, que ha recordado que estos fondos se obtienen en competición con otros proyectos y que, de los 64 selecciones dos sólo hay 19 proyectos en España, siendo uno de ellos el de Benidorm. Europa valora la calidad de las propuestas y “las solicitudes más coherentes en cuanto a sus acciones y resultados esperados, su integración en planes y estrategias públicas, su innovación y el impacto previsto para conseguir una verdadera transformación perdurable en el tiempo”, ha dicho Pérez. El alcalde ha explicado también que este proyecto incluye "más de 15 actuaciones" que garantizarán la preservación de los actuales espacios naturales y en los que participa también la Societat Valenciana d’Ornitologia.
Este proyecto propone “medidas que permiten avanzar en la consecuencia de objetivos marcados en planes sectoriales municipales como el Plan de Acción frente al Cambio Climático y el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, entre otros" para hacer un Benidorm más "verde y resiliente", remarca Pérez.
Actuaciones
Las actuaciones incluidas en este macroproyecto incluyen la conexión de los grandes parques y espacios verdes periurbanos como El Moralet o la Séquia Mare a través de corredores verdes, generando así un gran Anillo Verde, permear con circuitos senderistas el borde urbano con las zonas de huerta y cultivos y crear microparques con arbolado con función de control climático. También en las calles que ya disponen de arbolado se incrementará el número de ejemplares. Entre los proyectos incluidos también figura el de aumentar el uso de agua regenerada para el riego de las zonas verdes públicas, así como su envío a urbanizaciones, crear un oasis-albergue en un solar municipal para alojar especies arbóreas o instalar torres fijas y tomas de agua en las masas forestales para evitar la propagación de incendios.
