Hace hoy un año Castelló se quedaba oficialmente sin Magdalena por un virus entonces poco conocido, el SARS-CoV-2, pero que comenzaba a copar conversaciones y todos los informativos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, salió pasadas las 22.00 horas del 10 marzo de 2020 a comunicar lo que se llevaba días barruntando: se suspendían estas fiestas de Castelló (también las Fallas) por "responsabilidad y pensando en el interés general".
Un anuncio del que se hacía eco la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, a través de las redes sociales. Un día después, el equipo de gobierno al completo ofrecía una rueda de prensa para comunicar a los medios locales y a los ciudadanos la decisión tomada: "Estamos ante una emergencia sanitaria y lo primero es lo primero".
Un año después, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, recuerda que comunicar este aplazamiento sine die de las fiestas fue "muy duro" porque en aquel momento aún "había muy poquitos casos" y "la ciudadanía todavía no se situaba". "Era como un ataque, como una imposición, y no se entendía muy bien, pero finalmente se cumplió", ha señalado en una entrevista a Europa Press.
Así, admite que fue "muy duro" en esos primeros momentos de la pandemia aplazar la celebración de la Magdalena, la de las Fallas, y ordenar jugar a puerta cerrada el partido europeo del Valencia CF frente al Atalanta italiano y el del Valencia Basket-Armani Milán en La Fonteta.
