El expresidente de Unió Mallorquina (UM) y exvidepresidente del Consell de Mallorca, Miquel Nadal, ha asegurado, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Baleares por el presunto cobro de un soborno de cuatro millones de euros, ha asegurado que mientras fue diputado y alto cargo insular "no hice jamás nada sin informar a la señora Munar, hasta de con quién comía".
Así, en referencia a la adjudicación de los solares de Can Domenge a la empresa Sacresa a cambio del pago del cohecho, ha recordado que llegó a preguntar a la expresidenta de la Institución insular y de UM "si podía ir a comer" con los miembros de la mercantil catalana. "Sí, escúchales", ha asegurado que le respondió Munar. "Y después le reportaba lo que había hablado con ellos", ha incidido.
Según ha explicado, él participó en el proceso de adjudicación de Can Domenge al inicio del mismo, si bien posteriormente Munar "decidió que lo mejor era que el expediente lo llevara Miquel Àngel Flaquer", exconseller insular de Hacienda.
Nadal, interpelado por la fiscal anticorrupción Ana Lamas, ha reconocido que se concertó con el resto de acusados de esta causa "para pedir el dinero". Una entrega que, ha recordado, se produjo en dos partes: de la primera (de dos millones de euros) se hicieron cuatro partes, según le dijo el exconseller insular Bartomeu Vicens -para éste, para Munar, para Flaquer y otra para él-, mientras que la segunda "fue para el partido".
El exalto cargo 'uemita' ha recordado que recibió un sobre grande, aunque no contó el dinero cuando lo recibió. "No estaba acostumbrado a recibirlos", ha espetado Nadal, recordando que los fondos fueron destinados a la campaña electoral de UM en Palma, a cuya alcaldía concurría como candidato. "Sabía que el dinero procedía de Can Domenge", ha reconocido.
Finalmente, ha manifestado que no hubiera firmado la adjudicación de los terrenos -como hizo porque Munar se encontraba de baja- sin el consentimiento de la expresidenta. "Como vicepresidente podía hacerlo, pero no lo habría hecho si me hubiera dicho que no lo hiciera", ha remarcado. Sobre el hecho de que UM recibiera dinero negro, el acusado ha señalado que "no es que fuera una cosa diaria o habitual, pero sí que se recibía".
Por su parte, Vicens ha recordado que la primera entrega de dinero -de dos millones- fue para Munar, mientras que la segunda, de 1,7 millones, se dividió en tres paquetes -uno para él, otro para Nadal y un tercero para Munar-. "Quedaba un pico de 300.000 euros que suponía que era para Miquel Llinàs" -el intermediario que recogió el dinero en ambas ocasiones-, "pero no sé quién se lo quedó".
"¿Me quiere decir que se perdieron 300.000 euros por el camino?", ha proferido la fiscal, a lo que Vicens ha respondido: "No, lo que no sé es quién se los quedó".