Raquel Villacampa no pensó de pequeña dedicarse a las matemáticas y fue en el instituto cuando fue despertado su interés, se le daba bien y tuvo profesoras, mujeres casualmente, que amaban la materia que impartían. A partir de allí, reconoce que la carrera de científica investigadora es larga, hay que salir al extranjero, cursar un Doctorado y todo rodeado de incertidumbre.
La misma reconoce que en el mundo de la ciencia pasa algo parecido a lo que pasaba hasta hace poco en el fútbol femenino. Hay que seguir insistiendo en que no es una disciplina únicamente masculina. Entiende que la pandemia ha puesto de manifiesto que la ciencia es esencial pero no aporta resultados inmediatos y eso cuesta de encajar en una sociedad que quiere respuestas ya.
Desde 2015, cada 11 de febrero y de forma altruista, se organizan actividades que animen a concienciar sobre la vocación científica entre las niñas. Hoy han desarrollado una jornada virtual desde el Parque Tecnológico Walqa con María Josefa Yzuel (Física), Laia Alegret Badiola (Paleontóloga), María Luisa Sarsa (Catedrática física atómica), Vanesa Gil (investigadora ARAID) y la propia Raquel Villacampa (Matemática).
