Durante la crisis sanitaria se han cerrado archivos, bibliotecas, laboratorios y estancias en las que los investigadores de la Universidad de Zaragoza desarrollaban su trabajo. Esto ha hecho que, según un informe de PIF de Unizar, un 80% de los investigadores haya visto afectado su trabajo.
Lorena Villalba, representante de doctorado por la rama de Ciencia de la Salud y miembro del colectivo del personal investigador en formación de la Universidad de Zaragoza, explica cómo el 90% de los encuestados muestra su pesar sobre la falta de apoyo institucional por parte de la Universidad y falta de información por parte del centro universitario.
Un 83 % de los encuestados ha tenido que modificar su plan de investigación e incluso replantear todo su trabajo, calculan que se ha podido perder el trabajo de hasta dos años. Además, se pone de manifiesto una reivindicación constante y es que un elevado porcentaje del Personal Investigador en Formación no dispone de un puesto de trabajo con mesa y silla. Y en muchos casos han de poner su propio material.