Apenas quedan unas horas para que se celebren las próximas elecciones autonómicas en Galicia, tras el anuncio de adelanto electoral realizado por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en diciembre pasado.
Esta convocatoria busca renovar los 75 escaños del Parlamento gallego para la nueva legislatura. Originalmente, se había planeado que estos comicios se llevaran a cabo en los meses de abril y mayo, simultáneamente con las elecciones en el País Vasco.
Este evento marca la continuación del proceso electoral que tuvo su inicio en las elecciones de 2020, celebradas hace cuatro años bajo circunstancias excepcionales debido al estado de alarma por la pandemia. Unas elecciones que tuvieron que posponerse por el estado de alarma y en las que Alberto Núñez Feijóo fungía como presidente de la Xunta y candidato por el Partido Popular (PP) para un nuevo mandato. Desde entonces, ha ascendido a la presidencia de su partido a nivel nacional.
Las elecciones se celebraron durante la pandemia
El 12 de julio de 2020, Galicia llevó a cabo sus elecciones para renovar los 75 escaños de la XI legislatura del Parlamento regional. Esta fecha coincidió también con las elecciones al Parlamento Vasco.Originalmente, estos comicios estaban programados para el 5 de abril de 2020. Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria desatada por el coronavirus en España, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, anunció el 16 de marzo de 2020 que, tras alcanzar un consenso con los principales partidos políticos gallegos, se pospondría la fecha de las elecciones.
Pese a las discrepancias de otros partidos con representación parlamentaria en Galicia, la nueva fecha de votación se fijó para el 12 de julio de 2020, marcando un momento crucial en el contexto de la pandemia.
Resultado de las últimas elecciones en Galicia
Con el total de votos escrutados, las elecciones de Galicia en el año 2020 marcaron un hito tanto en la participación ciudadana como en los resultados obtenidos por las distintas fuerzas políticas. Un total de 75 escaños del Parlamento gallego estuvieron en juego, con un padrón electoral que decidió entre la continuidad y el cambio en un contexto de incertidumbre sanitaria y económica.
Con una participación del 48,97%, es decir, 1.320.955 votos contabilizados frente a un 51,03% de abstenciones, el escrutinio reflejó la complejidad de votar en tiempos de pandemia. Los votos nulos sumaron 12.006, representando un 0,91% del total, mientras que los votos en blanco alcanzaron los 11.774, un 0,9% de los sufragios emitidos.
El Partido Popular (PP) de Galicia, liderado por Alberto Núñez Feijóo, se consolidó una vez más como la fuerza política dominante, obteniendo 42 escaños con 627.762 votos, lo que representa el 47,96% del total de votos válidos. Esta victoria aseguró al PP la continuidad en el gobierno de la Xunta, revalidando su mayoría absoluta y confirmando a Feijóo para un histórico cuarto mandato.
Por su parte, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) experimentó un significativo avance, situándose como la segunda fuerza política más votada. Con 19 escaños y 311.340 votos, el 23,79% del total, el BNG demostró su creciente influencia en la política regional, consolidando su posición como principal fuerza de oposición y superando al Partido Socialista de Galicia (PSdeG), que obtuvo 14 escaños con 253.750 votos, el 19,39%.
Las formaciones políticas Podemos-EU-Anova no lograron representación parlamentaria, al igual que VOX, Ciudadanos (Cs), y otras pequeñas formaciones que quedaron fuera del hemiciclo gallego. Estos datos reflejaron un escenario político gallego centrado en las fuerzas tradicionales y un notable avance del nacionalismo gallego.
