Dos goles de Joselu al final dan la victoria al Alavés en Ipurua
El Alavés tuvo que esperar a llegar a Ipurúa para lograr su primera victoria a domicilio a costa de un Eibar que vio en el tramo final cómo se escapaba de su fortín una victoria que llegó a tener cerca por ocasiones, pero que Joselu, tras salir del banquillo, frustró y recogió el saco de la victoria para llevarlo hasta Vitoria.
El Alavés tuvo su primera gran ocasión en el minuto 3, pero la salvadora mano de Dmitrovic ante Borja evitó que el marcador se moviese tan pronto. El juego arrancó con ambos equipos ahogando el centro del campo rival, pero ello no evitó que Kike García replicara la ocasión visitante con un disparo cruzado que se marchó fuera por poco antes incluso de llegar al minuto 10.
El derbi parecía mantener el guión previsto, con muchas faltas e intensidad en los duelos, pero no exento de llegadas y emoción. Pese a que a ratos parecía que el partido se trababa, Orellana ganó muy bien la línea de fondo, pero el remate de Kike García fue interceptado por la zaga local, evitando así el primero de los locales.
Curiosamente, el Eibar encontraba espacios a la espalda de la zaga local, porque ambos equipos jugaban en 30 metros de terreno arriesgando mucho, tratando de no dejar hacer al rival. Con el paso de los minutos, el Eibar se fue haciendo dueño de la posesión del balón y el Alavés se esforzaba en recuperar la pelota y defender su portería ante el acoso armero.
El partido seguía intenso, duro, puro derbi que ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a perder, si bien era el Eibar el que más llegaba al área contraria, aunque sin demasiado peligro. Eso sí, los visitantes no querían desaprovechar la más mínima opción y Aleix Vidal hizo trabajar a Dmitrovic antes de la media hora de partido.
Kike García volvió a responder con un gran testarazo que Pacheco envió a córner, en un duelo que no daba tiempo al respiro, con dos equipos dando todo lo que tenían sobre el césped de Ipurua.
En el último cuarto de hora del partido, Ximo Navarro vio la tarjeta por una peligrosa falta a Sergi Enrich que Cote cerca estuvo de convertir si no fuera por la gran mano de Pacheco, evidenciando que los locales seguían siendo los que más buscaban la portería rival.
Así se llegó al final del primer acto, con dos equipos atrevidos y valientes, pero con un Eibar que se asomó más al balcón rival que el Alavés. El Eibar arrancó la segunda parte aún con más garra que en la primera, advirtiendo al Alavés de que no le iba a permitir llevarse los tres puntos de Ipurua de ninguna manera, aunque los locales seguían esperando su ocasión pese a las acometidas locales.
El choque entró en unos minutos espesos, antes de que los entrenadores se decidieran a cambiar piezas y se escuchaba más a la afición visitante que a la local en las gradas, mala señal para la ilusión de los locales, aunque los de Mendilibar no cejaban en su empeño.
Pese a todo, Orellana tuvo cerca el gol tras una buena jugada de Cote, pero el chileno sólo encontró piernas rivales por delante que enviaron el balón a córner, en la que fue la ocasión más clara de la segunda mitad, pasado ya el cuarto de hora de la reanudación. Ambos entrenadores comenzaron a mover fichas desde el banquillo para tratar de desequilibrar al rival, con Pere Pons por el Alavés y Charles por parte de los locales.
Y el propio Charles fue el que tuvo una ocasión con un buen disparo desde fuera del área, pero una vez más Pacheco envió el balón a córner.
Así se llegaba al último cuarto de hora, con las espadas en todo lo alto y todo por decidir, en un derbi que iba de más a menos a medida que avanzaban los minutos. Burke falló lo infallable en el minuto 77 en un mano a mano con Dmitrovic, una jugada que enmudeció a Ipurúa y que, de haber acabado en gol, probablemente hubiera sido definitivo en el partido.
El Eibar se estaba viendo embotellado, y tanto fue así, que Joselu aprovechó a la perfección una internada por banda derecha de Aleix Vidal para adelantar a los suyos a falta de cinco minutos para el final del partido. Mendilibar, a la desesperada, dio entrada a Ramis, un central en el puesto de delantero, para tratar de lograr la igualada, aunque parecía demasiado tarde.
Pero los experimentos no suelen salir bien, y Joselu, otra vez, puso la puntilla al partido en el minuto 90 con un segundo tanto logrado tras una bonita contra.