Entrevista a Ángel Iglesias, vicepresidente del club

Distrito Olímpico, un año después del Gordo: "El dinero no da la felicidad, pero para un barrio como el de San Blas-Canillejas ayudó mucho"

Después de que hace un año el Gordo de la Lotería de Navidad hiciera que un club de baloncesto de barrio como Distrito Olímpico repartiera entre sus vecinos más de 400 millones de euros, su vicepresidente, Ángel Iglesias, nos abre las puertas de su casa para recordar como se vivió el pasado 22 de diciembre y lo que supuso a nivel de logística repartir tanto dinero

Gonzalo Palafox

Madrid |

Hace un año el número 72.480 convirtió al Club Deportivo Distrito Olímpico en protagonista de la Lotería de Navidad. Ángel Iglesias, vicepresidente del club del barrio madrileño de San Blas-Canillejas, recuerda aquel 22 de diciembre de 2024 con la naturalidad de quien sabe que la suerte puede llamar a cualquier puerta. "Estaba con mi mujer en casa viendo el sorteo. Vi que era un 70.000 y me acordé de que en el club llevábamos dos números que empezaban por siete", relata.

"El dinero no llegó hasta el 7 de enero. Del 23 de diciembre al 7 de enero tuvimos bastante gente que dudaba de que fuéramos a pagar el premio", explica Iglesias. Durante tres meses, la junta directiva del club tuvo que convertirse prácticamente en una entidad financiera, dejando de lado sus funciones habituales para gestionar un premio histórico.

"Tuvimos que pagar de nuestro bolsillo a gestores cualificados. Las entidades financieras no van a querer saber nada de pagar esto. Es muchísimo dinero, una responsabilidad tremenda", reconoce el vicepresidente. Incluso hubo quien cuestionó en redes sociales las intenciones del club: "Gente diciendo que nos queríamos quedar con el dinero y que nunca iban a ver ese dinero en sus bolsillos".

Aunque eso sí, lo que ha cambiado radicalmente de cara a este año es la demanda. "Literalmente nos han quitado la lotería de las manos. Dos números completos han volado absolutamente. Incluso hay gente realmente enfadada porque no ha podido tener más lotería", cuenta. Una superstición muy española que ha convertido al club en algo parecido a Doña Manolita, aunque Iglesias insiste: "No somos Doña Manolita, realmente somos un club".

Preguntado por las cosas en las que el club gastó el dinero de la lotería, Iglesias detalla que fueron "pequeñas cosas que nos hacía mucha ilusión, como comprar una máquina de tiro como las que salen en las películas americanas, una gran pantalla para hacer programación con los entrenadores". Pero el proyecto estrella es "un programa de detección de talentos y una academia para poder alojar a algunas chicas y chicos de fuera de Madrid, controlando su desarrollo técnico, físico, psicológico e incluso de nutrición".

Aun así, el vicepresidente es claro: "El premio gordo no nos ha evitado que sigamos teniendo estos gastos. Lo que ocurre es que nos hemos podido permitir algún otro lujo que hubiera sido impensable en condiciones normales".