Poner la calefacción se ha convertido en todo un lujo. Según el último informe de Indicadores de Pobreza Energética en España casi ocho millones de personas no pudieron mantener una temperatura adecuada en sus hogares durante el invierno de 2022 y a más de cuatro millones de familias les fue imposible hacer frente a las facturas en las fechas correspondientes.
Este es el panorama energético en España y existe una necesidad de buscar alternativas a combustibles más caros, además de contaminantes, como puede ser el gasóleo. En Sabando, un pueblo de Álava, llevan diez años utilizando la biomasa para hacer funcionar una de las primeras redes de calor comunitarias de España.
Hoy en Por Fin No Es Lunes hemos conocido cómo funciona este sistema y el ahorro que supone para los vecinos del pueblo con el alcalde de Sabando, Ángel Marcos Pérez de Arrilucea e Íñigo Pérez de Arenaza, vecino y propietario de la casa rural El Manzanal. Nos han contado que esta red de calor se puede comparar con una calefacción comunal en un bloque de viviendas, pero para todo un pueblo, y que su factura se ha reducido un sesenta por ciento.
