Abascal es consciente de su fuerza y por eso presenta una enmienda a la totalidad de los Presupuestos de Andalucía, como diciendo: o me dais visibilidad, o vais a tener que sudar para gobernar. Amigos mui amiguiños, pero a vaquiña polo que vale, y la vaquiña vale reconocer que sin Vox sois muy grandes, pero no podréis gobernar.
Ese es el órdago que Vox lanza como respuesta al de Ciudadanos. Pero la resolución de la Ejecutiva de Ciudadanos tiene otro alcance mayor. Si para negociar con el PSOE exige que se abjure del sanchismo, no le deja aSánchezotra alternativa que entenderse con Pablo Iglesias, lo cual se contradice con el objetivo de marginar a Podemos.
Si para hablar de la alcaldía de Barcelona tampoco se puede hablar con Podemos y Colau es su versión catalana, corre el riesgo de permitir que esa alcaldía caiga en manos del independentismo, cosa que Rivera también quiere impedir. Es decir, que detrás de una política que quiere ser de dignidad se puede esconder una gestión de los pactos que consiga los fines contrarios a los buscados.
Lo único nuevo que hizo la Ejecutiva ha sido ampliar su cordón sanitario. Si antes era al PSOE, ahora es a Podemos, a los nacionalistas y en cierto modo a Vox. Demasiado cordón.
