El escritor y filósofo Juan Jacinto Muñoz Rengel presenta 'Una historia de la mentira', un libro en el que concluye que "la verdad no existe, no la verdad que creíamos", pues "desde que el ser humano empieza a pensar ya hay una sustitución de lo real por una imagen mental".
Muñoz Rengel insiste en que la mentira es necesaria y saludable, aunque nos eduquen para no mentir. "Todos nosotros necesitamos mentirnos", destaca, a la vez que explica que la verdad como horizonte sirve para algo: "En principio es inalcanzable para nuestra especie humana, pero nos da cierta posibilidad de progreso".
En este sentido, considera que "hay mentiras que pueden hacer muchísimo daño, pero hay mentiras positivas" como una novela o una obra artística. Sin embargo, constata que "somos libres de creer nuestras propias mentiras" y que nadie puede tener poder sobre la verdad.
Nuestra mente nos lleva el bucle, y, a diferencia del resto de los animales, nuestra conciencia es "más complicada", y se demuestra que "estamos creando mecanismos ficticios para intentar entender algo que está fuera de nuestro alcance".
El sexo es una de las mayores mentiras naturales de nuestro mundo porque "uno se siente atraído solo porque en tu código genético te dicen que tienes que hacer eso". "Toda la química hormonal que se pone en marcha está estudiada para que dure unos cuatro años que es lo que más o menos se va a emplear en la crianza de un hijo. Nuestra naturaleza está programada para que nos mantengamos en pareja el tiempo necesario para poder procrear", determina.
Por este motivo, cuando uno dice que el amor es ciego, está en lo cierto, ya que "estamos cegados por ese proceso químico que empieza por una atracción sexual". Asimismo, explica que "todo dura el tiempo programado", aunque somos seres racionales y vamos construyendo cosas más sólidas como "esta monogamia que dura más tiempo".
El escritor considera que mentimos mejor que otra especie, dice, por lo que somos la especie más peligrosa del planeta, pues la mentira es "un mecanismo superior". Además, indica que hemos conseguido "doblegar al planeta", pues "hemos sofisticado la mentira hasta el punto de que un animal, por fuerte que sea, no puede luchar contra ellas".
Respecto a la posverdad, determina que "no hay absolutamente nada nuevo" en ella, mientras que la mentira "ha estado ahí siempre". Por último, lo enlaza con las fake news y las injurias.
