El fútbol femenino español ha vivido en 2021 una etapa dorada, que se coronó con la entrega del Balón de Oro a Alexia Putellas, la jugadora española del FC Barcelona y la Selección Española de Fútbol. Poco a poco los nombres de las jugadoras en femenino se van dando a conocer más y más, al igual que el seguimiento de sus partidos, que cada vez son más frecuentes en los titulares de la prensa deportiva.
Para llegar hasta aquí, ha habido que recorrer un largo camino, que hace poco descubrimos que comenzó en Málaga, donde vivió Ana Carmona, la primera mujer que formó parte de un equipo masculino de fútbol hace 100 años.
Una historia en la sombra
Jesús Hurtado, periodista deportivo, ha rastreado su historia y la ha recogido en una exclusiva biografía de la vida de la deportista. El autor asegura que la primera vez que oyó hablar de ella fue a finales de los 90, cuando, escribiendo sobre el Betis, descubrió el apellido de un jugador sobre el que no se sabía nada.
Asegura que, preguntando sobre ese tal "Veleta", descubrió que prácticamente nadie hablaba de él, por mucho que preguntara. "Llegué a pensar que era un jugador homosexual porque nadie decía nada", afirma. Sin embargo, a medida que fue tirando del hilo y tras la presentación del libro, descubrió que todo se trataba de "un pacto de caballeros" por el que acordaron ocultar que se trataba de una mujer.
Por ese motivo, Anita Carmona, había sido perseguida y castigada al salirse de la línea establecida de lo que debía hacer una mujer. Sin embargo, la joven jugaba tan bien que el equipo no quiso deshacerse de ella, lo que propició que se creara dicho pacto para que nadie nunca lo supiera.
Una historia "de película"
Hablamos también con la periodista deportiva y autora de "No las llames chicas, llámalas futbolistas", Danae Boronat, que reconoce que ya conocía la historia de Nita y que considera "increíble que no tenga una película". Sobre esto, Hurtado confiesa que ya han contactado con él para una posible película, pero que, con la pandemia, los trámites se han realentizado.
Boronat afirma que al escuchar estas historias, siempre se plantea "cuántas mujeres hubo en este país que intentaron jugar al fútbol, pero no las dejaron", a excepción de Nita, que tuvo que vendarse los pechos y tener apariencia de chico para tener la oportunidad de jugar.
