La enternecedora historia que ha vivido Junrell Fuentes Revilla, un hombre de 36 años en Sibonga, Filipinas, ha conmocionado a las redes. El pasado 24 de diciembre, el joven estaba recorriendo en moto una montaña de Cebú cuando un perro comenzó a perseguirle mientras le ladraba.
Ante la insistencia del animal, Fuentes Revilla se dio cuenta de que el perro estaba tratando de llamar su atención, por lo que decidió hacer caso a su instinto y bajarse de su moto. Fue entonces cuando el can se acercó muy agitado y nervioso moviendo la cola, y según el joven protagonista de esta historia, le parecía que el perro estaba intentando decirle algo.
Finalmente, Junrell siguió el camino indicado por el perro y encontró algo que jamás se hubiese imaginado. El perro le había llevado hasta un bebé abandonado.
Encontró a un bebé envuelto en una toalla
Según informa 'La voz del despertar', Gea Ybarita miembro del personal Hope for Strays, comentó: "para sorpresa de Revilla, encontró a un bebé envuelto en una toalla marrón. El lugar donde se encontró al bebé está aislado, ya que está en la cima de la montaña".
El motorista decidió llevar al bebé ante las autoridades para que se hicieran cargo del pequeño y que llevasen a cabo las debidas investigaciones. Y ellos pusieron al bebé a cargo del Departamento de Bienestar Social, que comprobaron que el niño estaba en buen estado de salud.
Desde entonces, el perro es considerado todo un héroe, ya que salvó la vida al bebé. Por ello, los voluntarios de 'Hope for Strays' quisieron localizar al perro. Resulta que el animal no era un perro callejero, tiene dueño y se llama Blacky.
Según relató una de las voluntarias Blacky fue el que les enseñó el camino a su hogar: "Nos mostró el camino a su casa y para nuestra sorpresa, Blacky estaba allí con otros tres perros. Hemos confirmado que no es un callejero en absoluto".
Por su parte, el dueño de Blacky comentó: "No importa lo difícil que sea la vida, aunque soy pobre, alimento a todos mis perros y los cuido bien".
