El Ejército ruso bombardeó este jueves por la noche la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania), la más grande de Europa, provocando un incendio de gran magnitud, que al parecer, ya ha sido sofocado por los bomberos. Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), no ha habido víctimas ni heridos y, por el momento, "no se han registrado cambios en los niveles de radiación".
Preocupación por el riesgo nuclear
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un vídeo publicado en las redes sociales, pidió el cese de los bombardeos y denunció que los tanques rusos estaban disparando a unidades nucleares. El propio portavoz de la central, Andriy Tuz, advirtió de un posible "peligro real de amenaza nuclear".
El bombardeo de Zaporiyia ha generado preocupación no sólo en Ucrania, sino también a nivel internacional debido al temor de que se produzca una nueva crisis nuclear como la vivida en Chernóbil en 1986, cuando el reactor número 4 de la central explotó generando una nube radioactiva que se extendió por varios países europeos.
¿Cuántas centrales nucleares tiene Ucrania?
Actualmente, Ucrania tiene quince reactores nucleares preparados para solventar dificultades normales de funcionamiento, según los estándares internacionales, pero son un elemento crítico para el país, tanto desde el punto de vista de la seguridad nuclear como del abastecimiento eléctrico.
Mientras la invasión rusa sigue su curso, aumenta la preocupación por el riesgo para las instalaciones nucleares ucranianas con quince reactores de agua a presión distribuidos en cuatro centrales, aunque sólo nueve están conectados a la red:
- Jmelnitski: 2
- Rivne: 4
- Ucrania Sur: 3
- Zaporiyia: 6
Al margen de un ataque directo, "la pérdida del suministro eléctrico exterior o del agua para poder refrigerar el núcleo y el combustible"son riesgos para los que "en principio" sí están preparadas las centrales de Ucrania, dado que "es un país miembro de la Asociación de Reguladores Nucleares Europeos (WENRA)", ha explicado a Efe la portavoz del CSN, Patricia Fernández.
Para contrarrestar la pérdida de potencia exterior, "las centrales disponen de generadores diésel de emergencia capaces de funcionar de manera autónoma durante varios días”, de modo que esta amenaza no debería suponer un riesgo para las centrales.
Además, "después del accidente nuclear de Fukushima en 2011 se implantaron medidas adicionales para hacer frente a pérdida total de corriente alterna", es decir, "no solo del suministro eléctrico exterior, también del procedente de los generadores diésel" que podrían mantener activos los sistemas de refrigeración.
Consecuencias de que Rusia se hiciera con el control de las centrales nucleares
Sin embargo, el profesor de ingeniería energética de la Universidad Rey Juan Carlos, Eloy Sanz, ha explicado a Efe que el riesgo para las instalaciones nucleares durante una guerra es "una situación de incertidumbre asociada a la alta dependencia de un país, en este caso de Ucrania, a la energía nuclear".
Sanz ha destacado que aproximadamente "el 50% de la electricidad en Ucrania proviene de las centrales nucleares", por lo que "no se pueden cerrar de forma preventiva, aunque pareciera lo más lógico", señala.
Además "Rusia, como miembro de Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sabe que un ataque armado a una instalación nuclear destinada a fines pacíficos supone una violación del derecho internacional", detalla desde el CSN Fernández.
El Movimiento Ibérico Antinuclear, del que forma parte Ecologistas en Acción, ha denunciado en un comunicado el riesgo nuclear en Ucrania: "Resulta evidente que las instalaciones nucleares son un punto débil en la seguridad de un país en caso de guerra, sean objetivo intencionado o no".
Además, los ecologistas señalan que "los 6 reactores de la central nuclear de Zaporiyia están a solo a 157 kilómetros de la frontera con la península de Crimea", origen del flanco sur del ataque Ruso que comenzó en la madrugada del 24 de febrero.