Pablo Casado ha realizado estas declaraciones en Valencia, donde participa en un congreso sobre "El autogobierno del pueblo valenciano: pasado, presente y futuro", junto a los también diputados Patxi López (PSOE), Carolina Bescansa (Podemos), Toni Cantó (Ciudadanos) y Joan Baldoví (Compromís).
"Es positivo que reconozcan que este proceso no conduce a nada, que ha generado empobrecimiento, pero entristece ver la fractura social y política que ha producido ese proceso", ha apuntado Casado.
"El Gobierno de España ha devuelto la voz a los catalanes con unas elecciones que otros no tuvieron el coraje de convocar. Queremos hablar de futuro, hablar de pensiones, empleo, educación, sanidad, de cómo van a volver las empresas que se han marchado, que se hable de política en los hogares, que se recupere la Cataluña del sentido común, de la prosperidad y de modelo empresarial en todo el mundo", ha dicho.
Respecto al expresidente Carles Puigdemont, ha opinado que "sus propios compañeros le están dejando colgado de la brocha" y, ha añadido, "su huida ha supuesto un acto de cobardía para los más radicales del secesionismo, y se lo van a echar en cara".
Asimismo, ha subrayado que "algunos de sus compañeros están en la cárcel por el riesgo de fuga, al haber tenido algunos la idea de irse a otro país".
"La mayoría sensata y moderada de Cataluña y del resto de españoles le echamos en cara que haya llevado a este callejón sin salida a toda su tierra. Ha de acatar la euroorden de detención. Puigdemont, Junqueras y Forcadell son parte del pasado, el futuro se decidirá con garantías el 21 de diciembre", ha agregado.
A su juicio, "la España de los balcones y las banderas es una apelación a los políticos, pero no ideológica o partidista o de siglas, sino de una idea de país plural, diversa, descentralizada, con un tronco común que garantice nuestros derechos y obligaciones".