El Deportivo entrenó hoy jueves en Riazor, escenario del partido del domingo contra el Racing de Ferrol. Por cierto, el equipo ferrolano perderá a Álex López, dado que el Comité de Competición no tuvo en cuenta las alegaciones a la segunda amarilla que vio contra el Compostela. Y desde el Racing no van a perder el tiempo con los comités en alegaciones.
En cuanto al Deportivo, un día más se puso encima de la mesa la paradoja entre el buen nivel de puntuación y el juego, del que se espera más. Y ahí entró en el debate Eneko Bóveda, protagonista en rueda de prensa. Y es que no podemos olvidar que Bóveda ya suma con esta su tercera temporada en el Dépor, tras llegar el año del descenso en enero. Y trasluce en sus palabras los efectos de aquel descenso, del ascenso que se escapó al año siguiente y del desastroso año que vivió el deportivismo la pasada temporada, con una primera parte de temporada nefasta y un final que tuvo como desenlace el descenso a segunda B.
De ahí que el defensa vasco concluyera que "A Coruña es una plaza preciosa, pero es una plaza difícil". La exigencia está ahí, aunque se vayan sacando los partidos adelante, con 11 puntos de 15, y sin ninguna derrota. Por eso apuntó que hay "clubes que sacan ventaja de un entorno más calmado, neutro y en el que es más difícil estar pendiente de lo que pasa alrrededor del club". Por eso, el Deportivo tiene la potencialidad de que cuándo todos los elementos del Deportivo, "equipo, prensa, afición", vayan de la mano, y se está en el camino, después de tocar fondo al bajar a segunda División B, se pueda ir a mejor, esperando a que venga la buena ola. Aunque para eso, la buena ola la tiene que propicar el equipo.
Eso sí, sorprendió que Bóveda hable a día de hoy de que el Deportivo aún está en construcción.
