Los regantes del trasvase Tajo-Segura se concentran este martes junto al Palau de la Generalitat, con la confianza de que el presidente del gobierno valenciano, el socialista Ximo Puig, les reciba y escuche de nuevo en su exigencia de que el caudal ecológico del Tajo no se incremente más allá de los siete metros cúbicos por segundo que habrá a partir del próximo año.
El propio Puig anunció hace unas semanas que se había acordado con el Ministerio para la Transición Ecológica que el plan de cuenca del Tajo contemplaría que se iba a supeditar a los resultados de las medidas de depuración de las aguas en la zona de Madrid el incremento de ese caudal en 2026 a los ocho metros cúbicos por segundo y a los 8,65 un año después, en 2027, año en el que a juicio de los agricultores se finiquitaría el trasvase para regadío.
Sin embargo, desde el ministerio se ha negado ahora que eso vaya a quedar plasmado finalmente por escrito.
Los agricultores quieren que Ximo Puig les explique qué ha ocurrido para que lo anunciado no vaya a ser una realidad.
Ximo Puig ha anunciado que se interpondrá un recurso judicial si ese incremento del caudal ecológico no se condiciona a los resultados que se obtengan con las medidas de depuración del agua que se van a impulsar en la zona de Madrid, pero los regantes creen que eso, siendo un paso obligado llegado el caso, poco podría solucionar.
