El nuevo año hidrológico 2021/2022 ha comenzado en el Camp d’Elx con un trasvase de agua para regadío desde la cuenca del río Tajo a la del Segura de sólo 4,5 hectómetros cúbicos de agua.
La situación en la cabecera del trasvase Tajo-Segura permitía al Ministerio para la Transición Ecológica autorizar un trasvase de hasta 20 hectómetros cúbicos de agua. Sin embargo, el ministerio ha optado un mes más por validar una transferencia hídrica por debajo de ese máximo posible.
Así, se ha autorizado un trasvase de 12 hectómetros cúbicos de agua, de los que 7,5 se destinarán a abastecimientos urbanos y los restantes 4,5 para regadío.
La valoración de los regantes ha sido la esperada: negativa. Acusan al ministerio de estar forzando la situación con el objetivo de obligar a los agricultores a asumir el agua desalada.
Asimismo, Ángel Urbina, portavoz de la Federación de Regantes de la Provincia de Alicante, ha incidido este jueves en que por segundo mes consecutivo, no existía ninguna justificación para reducir el trasvase por debajo de los 20 hectómetros cúbicos de agua, que es el volumen máximo contemplado en las reglas de explotación vigentes del trasvase en función de la situación de Nivel 3 en la que se encuentra la cabecera del mismo.
