El día 2 de julio, pasadas las 23 horas, la Guardia Civil de Tráfico tuvo conocimiento del accidente de un camión, localizando además el cuerpo sin vida de un varón de 54 años de edad, vecino de Salamanca que presentaba evidencias de haber sido arrollado.
Tras una minuciosa inspección ocular los agentes recogieron en el lugar diferentes evidencias que indicaban que el conductor de un vehículo tipo camión había atropellado al fallecido y se había dado a la fuga del lugar, ha informado este martes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid en una nota de prensa.
A partir de ese momento los agentes iniciaron una ardua labor de búsqueda, visionando cámaras de seguridad para intentar localizar e identificar al autor o autores del atropello. Fruto de esta investigación lograron identificar al titular del camión, quien tiene fijada su residencia en Ciudad Real.
Ante las sospechas de que el camión implicado en el atropello se dispusiera a abandonar la región, los agentes de la Agrupación de Tráfico reforzaron sus esfuerzos en las madrileñas. Así, a mediados de la semana localizaron el camión dispuesto en una grúa para llevarlo hasta algún taller de Castilla-La Mancha para arreglar el golpe.
De la toma de manifestación del conductor y ocupante del automóvil se desprende que pensaron que el golpe fue a consecuencia del atropello de algún animal, concretamente un jabalí por lo que continuaron su camino sin detenerse. Por los hechos descritos, los agentes investigaron a los dos ocupantes del camión, de 37 y 64 años, vecinos de Ciudad Real.
El artículo 382 bis del Código Penal sanciona al conductor de un vehículo a motor o ciclomotor que, voluntariamente y sin que haya riesgo para él o para terceros, decida abandonar el lugar de los hechos después de haber causado un accidente en el que haya fallecidos o lesionados. Las penas van del rango de tres a cuatro años de prisión y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por periodo de seis meses a cuatro años.