La falta de población está afectando también a las oficinas de farmacia. Según el Consejo General de Farmacéuticos, una de cada tres farmacias del medio rural está abocada al cierre: falta de población, bajada de precio de medicamentos y la crisis son algunos de los factores que pueden llevar a esta situación.
Enrique Eguizábal, vocal de Farmacia Rural del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza y farmacéutico en La Joyosa explica cómo en los últimos años el cierre de las boticas está siendo un goteo continuo y empieza a haber preocupación por lo que puede pasar a corto plazo porque, al haber menos población en los pueblos, se dispensan menos recetas y el Gobierno reduce el gasto farmacéutico por lo que todo afecta a los ingresos.
La labor de un farmacéutico del medio rural, como cuenta Eguizábal, va más allá de dispensar medicamentos, realizan una gran labor social y se está trabajando en un protocolo para potenciar la atención desde el punto de vista sanitario porque hay muchas localidades en las que los médicos sólo van uno o dos días por semana. Además, asegura que también realizan labores de apoyo en temas como la lucha contra la soledad de los mayores o detectar situaciones de vulnerabilidad.
Para el portavoz de la farmacia rural en el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, es momento de pasar de la palabra a la acción y que las diferentes instituciones se involucren, por ejemplo, con una remuneración añadida o con subvenciones que sirvan para realizar acciones a medida de cada territorio porque cada farmacia de pueblo es tiene necesidades diferentes.
