En Más de Uno Bahía de Cádiz

La historia de El Puerto a través de su subsuelo: cuando se 'democratizó' el agua

Apemsa tiene abierta en su sede una exposición arqueológica en la recepción de su edificio de la calle Aurora donde puedes conocer la historia de la ciudad contada a través de sus obras

Jaime Álvarez

Cádiz | 02.12.2023 16:36

Contar la historia de la provincia de Cádiz es contar la historia de un crisol de civilizaciones que han cruzado nuestra tierra. Buena parte de las maravillas del subsuelo gaditano las encontramos en la Bahía de Cádiz donde hay ruinas y restos arqueológicos en toda la comarca. En El Puerto de Santa María se concentran muchos de estos restos siendo una ciudad rica en bienes culturales. El conjunto histórico de la ciudad está protegido desde 1980 y por eso todas las obras que requieran de una excavación necesitan de una primera fase de prospección arqueológica para recuperar los posibles restos que haya.

Si hay una empresa que controla el subsuelo de una ciudad es su empresa de aguas. La de El Puerto, APEMSA, confía en el arqueólogo José Manuel Lojo para ese trabajo indispensable en una ciudad con un subsuelo tan rico como es El Puerto de Santa María. Por eso, Lojo sabe y entiende muy bien las joyas que se encuentran en las prospecciones y obras que APEMSA realiza en toda la ciudad y es parte fundamental de la exposición que la empresa de aguas de El Puerto tiene en su sede de la calle Aurora donde se exponen los hallazgos que se han localizado en los años de operaciones.

El acueducto de La Piedad, una obra pionera

El germen de esta iniciativa fue la obra que se realizó y que descubrió gran parte del acueducto de La Piedad, una de las obras que consiguió que la ciudad fuera una de las primeras de España donde se tuvo agua 'a domicilio'. Como explica José Manuel Lojo, la ciudad de El Puerto tenía históricamente escasez de agua y, con el aumento de la población en el siglo XVII, fue un tema acuciante conseguir un punto de abastecimiento, que hasta entonces solo era a base de pozos. Por eso, se realizó un acueducto subterráneo en el siglo XVIII para traer agua desde los manantiales de La Piedad, situados a cinco kilómetros de la ciudad.

Gracias a esta obra se pudieron instalar cuatro fuentes públicas de abastecimiento de agua: las dos de calle Larga, la del campo de la Victoria y la principal de la ciudad: la fuente de las Galeras Reales. Esta es una de las obras más importantes que ha provocado más hallazgos pero también se han realizado otras muy interesantes: en octubre de 2020 se descubrió una importante cantidad de restos cerámicos en la ejecución de las obras de restitución de la tubería de abastecimiento en la calle Fernán Caballero, o fosas de ánforas romanas en el Castillo de Santa Catalina.