La noticia de la semana en España ha sido la rueda de prensa de Joan Laporta para dar explicaciones sobre el 'Caso Negreira'. La comparecencia tuvo tres ejes muy diferenciados: el Real Madrid, la UEFA y la no existencia de delito deportivo.
Para hablar del eterno rival, Laporta utilizó los argumentos básicos y estrella que siempre van a permitir que tus aficionados se sientan orgullosos: el Madrid, Franco y los árbitros. Lo que es más raro es que el Madrid haya caído en ese juego. Ahora hay un debate sobre un tema muy grave sobre la mesa y la gente se está preguntando de qué equipo era Franco.
Por otro lado, Joan Laporta sacó a la palestra la posible sanción de la UEFA. Sabe que LaLiga no le puede sancionar porque el supuesto delito deportivo habría prescrito, por lo que no tuvo ningún problema en azotar a Tebas, pero con UEFA las cosas cambian.
Sabemos de precedentes de UEFA de que ha entrado simplemente existiendo la presunción, como al Oporto en 2008 o al Fenerbahçe en 2013. En cuanto se huele algo raro sanciona. Es por eso que Laporta tendió puentes y estuvo muy cariñoso con UEFA y Ceferin.
Y, para acabar, Laporta recalcó que no había habido ningún delito deportivo. Ateniéndonos a las pruebas que existen, nadie duda de que no existe ninguna prueba de que haya habido una compra arbitral por parte del Barça, pero quedan sin responder las dos grandes preguntas que todos estábamos esperando que Laporta respondiera y aclararían todo este maremoto: ¿por qué le pagó el Barcelona durante 18 años al presidente del CTA? ¿Por qué durante el mandato de Laporta se multiplicó por cuatro el sueldo de Enríquez Negreira?
