EL MARISCO

Los secretos del marisco: Cómo se siembra y cómo se recoge cada variedad

Con Arturo Téllez, Javier Ruiz y Paloma Gallego hablamos sobre los diferentes tipos de marisco: ostras, almejas, berberechos o percebes con quienes trabajan con estos alimentos. ¿Cómo se siembran? ¿De qué se alimenta el marisco?

ondacero.es

Madrid | 17.08.2021 14:01 (Publicado 17.08.2021 13:59)

Eduardo Martín Martínez es el fundador de 'Acueo: Ostras del Eo', una empresa de cultivo de ostras fundada en 1992. A lo largo del año, las ostras van creciendo y se seleccionan las mejores para su distribución y consumo. Eduardo cría sus pequeñas ostras en la ría del Eo, en el pueblo de Castropol, Asturias.

El proceso de cultivo de las ostras consiste en la "siembra" de unos sacos de ostras pequeñas entre los meses de septiembre a octubre. Cuando baja la marea, es el momento elegido para hacer las labores de mantenimiento de los sacos y de selección de las ostras. Además, cada seis meses se abren los sacos y se ordenan las ostras por tallas y al acabar el proceso, dos años después, cuentan con unas 100 ostras por saco comercial. Eduardo explica que cada ostra crece de forma diferente y por ello, separan a las más pequeñas de las grandes para que puedan acceder al mismo alimento que les aporta el río Eo, donde se mezcla el agua salada y dulce.

¿Cómo se siembra la almeja?

Rosa Millán es mariscadora de la cofradía en Pobra do Caramiñal, La Coruña, un oficio que le viene de familia. "Trabajamos según la marea, dos horas antes de baja mar y dos horas después", explica Rosa. Cuando la marea no les permite trabajar, se dedican a sembrar. La siembra se hace con un barco grande que hace un rastro grande arando la playa y se suelta la semilla, que es la almeja pequeña del tamaño de un grano de arroz. Durante un año, esa pequeña almeja crece hasta que se recoge para su consumo.

¿Cómo se recogen los percebes?

Santiago Pérez Haz es percebeiro por la zona de Barca Santuario en Muxía. El percebe está en barrancos rocosos, por lo que su captura es muy arriesgada, aunque Santiago le resta heroicidad y sostiene que "es un trabajo como otro cualquiera". Durante los 20 años que lleva trabajando como percebeiro se ha hecho numerosos esguinces de tobillo, se ha dislocado el hombro y se he hecho daño en el menisco. Sin embargo, los golpes y rasgaduras son menores desde que utilizan trajes de neopreno, que también protege del frío y da flotabilidad si se caen al agua.

Para recoger el percebe, se trabaja con un saco donde se ponen los percebes. Además, utilizan una pieza de hierro "parecida a una pata de cabra" que sirve como un cincel para arrancar los percebes de las rocas. También siempre llevan cuerdas por si algún compañero cae al agua, arneses de alpinismo para sujetarse cuando se cuelgan por los barrancos y buenos zapatos antideslizantes. Santiago cuenta que no llevan cascos porque la mayoría de contusiones y golpes se dan en los codos, rodillas, piernas y caderas.

El 3 de septiembre se inaugura una asociación en la que Santiago está involucrado, la cual pretende dar una marca del percebe "para darle un valor añadido y potenciar el percebe de Muxía, como una certificación".