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Madrid | 08.01.2019 07:23 (Publicado 08.01.2019 07:21)
Si en Barcelona se ha efectuado en los últimos veinte años, en Barcelona se tendría que seguir celebrando. Si a eso se añade lo citado por ti del desplazamiento de la entrega de los Premios Princesa de Girona, es evidente que se está produciendo un distanciamiento. Peor que un distanciamiento: una ausencia.
Y tengo que lamentar que esa ausencia sea de la Corona, que es el símbolo de la unidad del Estado. La explicación de por qué el acto se traslada a Madrid o no existe o es inconsistente. Eso de que se quiso enmarcar en la celebración de los 40 años de la Constitución no se sostiene, porque la Constitución se puede y debe celebrar tanto en Madrid como en Cataluña.
Y, si es por prevención ante posibles altercados, se autodenuncia el miedo y la debilidad del Estado para garantizar la presencia del Rey de España. Hay una forma de secesionismo que es la ausencia del Estado y sus símbolos en Cataluña, y el hecho de hoy la hace clamorosa.
Sobre todo, por los antecedentes: esto ocurre después de que la figura de Felipe VI haya sido censurada en el Parlamento Catalán, el señor Torra haya decidido darle plantón y en algunas localidades se le haya declarado persona non grata. Perdónenme la dureza de las palabras, pero esto de hoy es una especie de acatamiento del rechazo. Una especie de rendición.