Procedo al indulto de Majorie Taylor Greene. Tranquilidad, no es una actriz porno. Pero sí representa la mayor obscenidad política imaginable, porque ha adquirido el acta de congresista nacional gracias a la apología del movimiento QAnon.
De acuerdo con esta secta o grupúsculo terrorista, así lo cataloga el FBI, existe una red de pedofilia ligada al partido demócrata amparada a su vez en una conspiración sionista que involucra la lascivia de las estrellas de Hollywood y que comprende el tráfico y explotación de niños.
El propio Trump dio cierto crédito a la gran paranoia, pero sobre todo le dio impulso político a Majorie Taylor en su circunscripción de Georgia. Es allí donde ha conquistado su asiento en el Congreso. Y donde protagonizó el siguiente espectáculo electoral.
Ya lo han escuchado. Soy Majorie Taylor Green. Y lanzo este mensaje para salvar América. Stop al socialismo. Stop a China.
Lo que no se ve en este pasaje es la candidata desplanzándose en un carro armado y descendiendo con artillería pesada. Y disparando a un diana donde aparece el letrero "fronteras abiertas".
Ya que Trump no cumplió la promesa del muro, Majorie parece dispuesta a abatir a los inmigrantes ella misma, aunque la xenofobia armada es el rasgo menos llamativo del movimiento en que milita.
Para los proselitos del Q-Anon, urge denunciar un gran complot que lidera George Soros. Que patrocina el Papa. Y que tiene como ejecutora taimada a Angela Merkel. ¿Sabéis por qué? Pues porque ella sería la nieta de Hitler.
O sea, que la conspiración tiene el gran mérito de haber reunido el sioismo y el antisemitismo a la vez. Más sencillo, entonces, va a resultarle a Biden conciliar a demócratas y republicanos.
