Cómo funciona y en qué se diferencia el test rápido del PCR para diagnosticar el coronavirus
Las pruebas para diagnosticar la infección por coronavirus se lleva realizando desde que se inició la epidemia mediante la prueba PCR presente en numerosos hospitales y centros de salud. A esta herramienta se acaba de sumar los test de diagnóstico rápido, que obtienen resultados en apenas 15 minutos y se puede realizar en cualquier sitio, incluido un domicilio.
La ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’ (PCR), es una prueba que permite el diagnostico que detecta un fragmento del material genético de un patógeno o microorganismo. En el virus del COV-19, como en otras crisis sanitarias que afectan a ala Salud Pública y que están relacionadas con enfermedades infecciosas, se vienen utilizando desde las primeros días para determinar si una persona sufre la infección. A esta herramienta se le ha sumado el test rápido de diagnóstico, una prueba más sencilla y con resultados inmediatos.
La investigadora del Área de Virología del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Inmaculada Casas, que forma parte del Comité Científico Técnico del Coronavirus, ha explicado las diferencias entre las ambas técnicas, y señala la importancia de poder contar con herramientas más ágiles para impulsar el diagnóstico de la enfermedad.
La PCR, que tienen un uso común y rutinario en los laboratorios de hospitales, centros de investigación y universidades, se basa en las características de estabilidad al calor de una enzima polimerasa, cuyo hallazgo y posterior aplicación mereció el Premio Nobel de Medicina, concedido a Kari Mullis y Michael Smith en 1993.
Con esta técnica se localiza y amplifica un fragmento de material genético, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN. Casas señala que, si tras el análisis en un laboratorio de Microbiología de una muestra respiratoria de una persona sospechosa de estar infectada, la prueba detecta ARN del virus, el resultado es positivo y se confirma que está infectada. Si la técnica de PCR no detecta el material genético del virus, la persona no estaría infectada. En algunos casos es necesario repetir la prueba.
La PCR presenta complejidad, por lo que necesita personal cualificado para su realización. Tiene unas características básicas que son: alta especificidad, ya que puede diferenciar entre dos microorganismos muy cercanos evolutivamente; alta sensibilidad, ya que puede detectar cantidades de 20 copias/ml, o incluso menos, de material genético viral, y finalmente es precoz porque se detecta virus en las primeras fases de la infección respiratoria.
Desde que comenzó la epidemia se ha realizado el diagnóstico mediante técnicas de PCR. Ahora se están empezando a realizar pruebas mediante una segunda batería de técnicas, los test de diagnóstico rápido, que en apenas 10-15 minutos, nos permite conocer si una persona está o no infectada.
No se ha podido contar con esta técnica ante ya que no se ha contado con un buen número de pacientes infectados para poder caracterizar los anticuerpos, por lo que no se ha podido desarrollar; la PCR, al ser una prueba de diagnóstico directo, se ha podido hacer desde el primer momento en que se secuenció el virus.
La experta del CNM señala que, a diferencia de la PCR, estos test rápidos no identifican el ARN del virus, sino que detectan, o bien anticuerpos producidos frente al virus utilizando una muestra de sangre, que es otra manera de conocer si el paciente está o ha estado infectado, o bien proteínas del virus presentes en las muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo.
Además de la rapidez, estos test presentan otra ventaja muy importante en el momento actual ya que pueden realizarse en el domicilio de un caso sospechoso, siempre supervisado por un profesional sanitario. Se basan en una inmunocromatografía en papel, es decir, una plataforma que tiene ‘pegados’ las proteínas del virus para detectar anticuerpos o anticuerpos específicos para detectar las proteínas del virus. Su funcionamiento es similar al de los test de embarazo.
Gracias a estas herramientas rápidas se podrá mejorar el cribado en la población y limitar los ensayos de PCR sólo a aquellos pacientes que, con sintomatología, den un resultado negativo mediante los test rápidos, lo que permitirá liberar profesionales y recursos en el Sistema Nacional de Salud.
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